Magnánimo como siempre para dar cuenta pública de sus movimientos de fichas, el Gobierno de Ceuta ha querido presentar este viernes como el resultado de una petición expresa de Ángel Gómez a la que no podía negarse su retorno al mando de la Policía Local, de efecto "inmediato". Vivas, como él mismo ha reconocido, prefiere auspiciar dimisiones que firmar ceses. Así ha actuado con Gordillo y con Pérez, por ejemplo, y hasta para cesar a Rodríguez prefirió hablar de diferencias con la parte social antes que de euros.

Bel sigue su senda. Por mucho que fuese 'vox populi' desde hace semanas la salida de Sorroche, antes de cumplir dos años como jefe accidental, el portavoz Guillermo Martínez ha presentado el asunto como una cosa de última hora. "No sé qué día ha pedido Gómez dejar la Dirección General de Protección Civil y volver a su plaza como superintendente, pero la consejera de Presidencia y Gobernación lo ha espuesto hoy al Consejo de Gobierno", ha alegado cuando se le ha preguntado por los detalles.

Curiosamente, el propio Martínez ha reconocido que la de Gómez, que se amortiza, es una de las tres plazas políticas que el Ejecutivo anunció que se ahorraría antes del 1 de mayo. A tres días de la fecha límite que marca de ahorro el Plan remitido al Ministerio de Hacienda, el nuevo superconsejero económico ha asegurado que las dos personas a las que habrá que dar puerta no tienen todavía nombre.

Cercado por todos los sindicatos, hasta los que al principio le dieron un voto de confianza que le acabaron retirando al apreciar que no se aplicaba ni a sí mismo ni a los suyos la mano dura que exhibía ante los demás, hace semanas que Sorroche era consciente de su interinidad. Bel le había sentenciado hace tiempo y sólo pidió que no se hiciera tanto ruido alrededor como para hacerle imposible su relevo.

Gómez retorna a la Policía Local con horizonte limitado, a apenas dos años de su jubilación, con la varias veces publicitada reorganización del Cuerpo a la espera de definirse.