El secretario de Acción Política y Ciudadanía del PSOE, Patxi López, ha asegurado este martes en Ceuta que Pedro Sánchez es “la única posibilidad” de “cambiar a un Gobierno”, el de Mariano Rajoy, “que será el primero en democracia en no durar más que una legislatura porque resulta insoportable a la inmensa mayoría de los españoles” y de “hacer reformas profundas” para “poner la economía al servicio de la sociedad, recuperar el Estado del Bienestar, tener políticos e instituciones de cristal y renovar un pacto ciudadano constitucional entre distintos que dé sentido a un país con derechos y oportunidades iguales para todos”.

El líder del PSOE de Ceuta, Manuel Hernández, se ha mostrado feliz por tener en Ceuta al que fuera presidente del Gobierno vasco y ha asegurado que, si los suyos vuelven a La Moncloa, se ejecutarán "inversiones productivas" planeadas durante la etapa de Zapatero como "la nueva Jefatura Superior de la Policía, la Comandancia de la Guardia Civil, el enlace puerto-frontera, unos Planes de Empleo "de choque", la construcción de un colegio y un instituto o "la elevación del techo competencial de la Ciudad". 

En rueda de prensa en el Hotel Tryp, donde ha protagonizado un mitin a última hora de la tarde, el ex lehendakari ha defendido que el PSOE encara la campaña electoral y las elecciones generales del 20 de diciembre “para ganar, no para pactar”, pero se ha preciado de que el suyo es “el único que ha partido que tras los últimos comicios autonómicos y municipales que ha sabido hablar y entenderse con todos, con Podemos, con Ciudadanos, con el PNV, con IU...”.

“En Euskadi nunca ha habido mayorías absolutas y nunca dejamos de lado el diálogo y yo me alegro de que la política de toda España esté ganando ese cariz aunque lo importante no sea con quién pactar sino para qué”, ha defendido al ser preguntado por una posible alianza con la formación que lidera Pablo Iglesias.

El político vasco ha acusado al Ejecutivo de Mariano Rajoy de haber “machacado a las clases medias”, gobernado “contra los trabajadores, los jóvenes y las mujeres” y desmantelado “el sistema educativo, la Sanidad y las pensiones”. “La economía crece pero el beneficio se queda en unas pocas manos, en las de quienes han aprovechado la amnistía fiscal y en las de los grandes gestores de las multinacionales”, ha lamentado.

López ha dicho detectar en las calles que “la necesidad de un cambio para recuperar derechos está instalada en la sociedad” y ha explicado que solamente hay tres salidas a la “crisis global, económica, política, institucional y de valores” existente: “La de no hacer nada, la de la resignación y la frustración, que es la del PP; la de dinamitar lo conocido sin explicar qué se va a construir después; y la del PSOE, que apuesta por profundas reformas”, ha enumerado.

Esas reformas pasan, a su juicio, por “por poner la economía al servicio de la sociedad” con una nueva fiscalidad “que de verdad grave al que más tiene y luchando contra el fraude sin cuartel”; por “recuperar el Estado del Bienestar con un gran pacto educativo, la derogación de los repagos sanitarios y la actualización de las pensiones en función del aumento del coste de la vida”; por “tener políticos con bolsillos de cristal e instituciones con techos y suelos transparentes”; y por una reforma constitucional que vaya “más allá de cambiar unos pocos artículos”.

“Tenemos que renovar un pacto ciudadano entre diferentes que dé sentido a un país con derechos y oportunidades iguales para todos como hace 38 años para garantizar que los derechos fundamentales no dependan del gobierno de turno, para que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de plasmar sus inquietudes y aspiraciones y”, ha añadido, “para reconocer las singularidades de territorios como Ceuta”.

Para López el modelo federal que auspicia el PSOE es un marco “de unidad” en el que se puede “asegurar la financiación suficiente para que los territorios puedan sostener los servicios públicos que prestan desde la solidaridad y la igualdad” y que serviría para “dejar de darnos la espalda y tener un lugar, el Senado, en el que podamos discutir entre todos las grandes cuestiones de Estado”. En esa línea ha inscrito también la conveniencia de, desde la “lealtad”, terminar de “definir competencias para que las Administraciones no estén todo el tiempo invadiendo y judicializando la política”.