El Pleno de la Asamblea, que no celebró Sesión Ordinaria en febrero y que tampoco lo hará en abril y mayo, ha cerrado virtualmente la legislatura este miércoles con una reunión extraordinaria en la que el PP ha aprobado en solitario una operación de Tesorería por 7,6 millones de euros para ir tirando hasta que reciba del Estado la compensación del IPSI y otra de refinanciación de créditos por valor de 30 millones con el fin de rebajar sus tipos de interés del 5% al 1%, con lo que las arcas municipales se ahorrarán "4 millones" en costes financieros, según el consejero de Hacienda, Emilio Carreira.

El también portavoz gubernamental, al que durante los últimos meses el PSOE no ha dejado de afear su condición de no electo y que en la lista del PP para el próximo 24 de mayo figura en el número 3 de la candidatura que lidera Vivas, ha cerrado la Sesión Plenaria con un agradecimiento al presidente por su confianza y al resto de políticos y funcionarios por su colaboración.

Además, ha hecho un alegato en favor del consenso y la cooperación entre el futuro Gobierno y quienes se queden en la oposición tras la cita con las urnas, proclama que ha servido de prólogo a los diputados para que quienes no estarán en la próxima Corporación (Yolanda Bel, Gregorio García Castañeda, Mohamedi Abdelkader Maanan...) se despidiesen en la Cámara de quienes han sido desde 2011 sus compañeros.

Previamente, Carreira, Aróstegui (en el debate del primer punto del Orden del Día), Ali (en el segundo) y Carracao han sostenido un debate repetido ("el más electoralista que ha habido", según el consejero) sobre las políticas económicas y financieras de la Ciudad durante los mandatos de Vivas. El Popular ha insistido en que la Administración local ha llegado aquí fuera del Plan de Ajuste y en condiciones para que el futuro Ejecutivo tome las decisiones de endeudamiento que prefiera en una ciudad que en 2000 "era tercermundista" y cuyos avances son, desde el punto de vista de Carreira, innegables.

Los de Caballas han afeado al PP que no haya puesto manos a la obra para dar a Ceuta un modelo de financiación institucional más estable que el de la compensación, que durante años "ocultase" su nivel real de deuda viva, "que llegó a superar los 315 millones de euros", o que persista en vicios como el de pagar gastos corrientes recurriendo a los bancos.

"Lo que nosotros queremos", esbozó Aróstegui, "es otro sistema alternativo, diferente, que garantice suficiencia financiera y que se pueda implementar ampliando los fondos que llegan del Estado y manteniendo el IPSI o al revés, pero no en precario". Carreira ha insistido en que la posición de financiación institucional local es privilegiada en comparación con cualquier otra ciudad de España.

El socialista, por su parte, ha incidido en que el PP carece de rumbo y determinación para darle a Ceuta un proyecto de futuro y se ha defendido de las críticas de Carreira a un partido, el PSOE, "al que los ceutíes conocen de sobra, que redujo el sueldo de los funcionarios un 5%, que desmanteló España desde el punto de vista político, nos dejó económicamente como nos dejó y socialmente nos sumió en una crisis como no ha habido otra".

"Económicamente", ha querido dejar claro Carracao, "estamos peor, colapsados, y ustedes no tienen proyecto: no hay alternativa con su gobierno y esta es la mayor desgracia consecuencia de unas políticas insostenibles".

Hamed, callada como "protesta"

La diputada no adscrita, Fatima Hamed, no ha hecho uso de la palabra en ningún momento pese a la reciente sentencia del TSJA en su favor: "Seguramente", ha explicado su actitud a Ceutaldia.com, "Vivas y su gobierno querían hacer un lavado de imagen dejándome hablar ahora con toda libertad debido a la sentencia pero como esa no ha sido la realidad anterior no he querido participar de un teatro y me he mantenido callada como gesto de protesta".

El ex del PP, Rachid Ahmed, sí ha intervenido para afear a sus antiguos compañeros de partido que la ciudadanía no percibe mejoras en los servicios pese al endeudamiento de la institución y ha cuestionado la credibilidad de los presupuestos de la Ciudad, "que en abril descubre que con sus ingresos no le llega para cubrir sus gastos y tiene que recurrir a los bancos".