El Pleno da el primer paso para regular la práctica del buceo profesional en la ciudad

El Pleno da el primer paso para regular la práctica del buceo profesional en la ciudad
A Martínez le tocará ejecutar los Reglamentos.

- Los grupos aprueban inicialmente por unanimidad los textos que ordenarán la formación y el ejercicio de actividades subacuáticas de carácter profesional

- Román pide a todos los afectados que hagan sus alegaciones para "mejorar" el texto

- Carracao insiste a la consejera en la necesidad de dotar a Ceuta de una cámara hiperbárica para apoyar el desarrollo del sector


La Cámara autonómica ha aprobado este lunes en la Sesión Plenaria Ordinaria de enero por unanimidad los Reglamentos que establecen las condiciones para realizar el curso de buceador profesional de pequeña profundidad y el que fija las condiciones para el ejercicio de las actividades subacuáticas de carácter profesional, un asunto que la Ciudad no había desarrollado desde 1999 y que, según la consejera competente, Susana Román, "incidirá directamente en la creación de empresas y puestos de trabajo".

“Hemos puesto en conocimiento de todos los afectados los textos y esperamos mejorarlos durante su tramitación”, ha explicado la titular de Deportes, que ha instado a todos los interesados a aportar "cuantas sugerencias consideren oportunas para mejorar el documento".

Fatima Hamed, de Caballas, ha incidido en que desde hace más de una década el Gobierno local no ha dado este paso. “¿Por qué se ha tardado tanto?”, ha preguntado la localista, a la que Román ha reconocido este retraso como "un déficit" y a quien ha respondido que hasta ahora el número de demandantes buceadores profesionales, radicados en Ceuta o procedentes de otras Autonomías, no había exigido la reglamentación.

“La cuestión llega con demora, pero parece que la consejera está queriendo hacer las cosas bien”, ha apuntado Carracao, que ha lamentado que Ceuta “vive de espaldas al mar y no está sabiendo aprovechar todas las posibilidades que le ofrece no sólo en materia turística”.

El socialista ha cuestionado la conveniencia de situar al ICD, cuya desaparición aprobó el Pleno el año pasado, como receptor de las propuestas de cursos de buceador profesional que se planteen, y ha cuestionado la posibilidad de permitir a los deportistas “de segundo nivel” colaborar en la impartición de clases. Carracao también ha recordado que la ciudad sigue careciendo de cámara hiperbárica, una herramienta que ha insistido en que es necesaria para “desarrollar un tejido productivo” alrededor del buceo.

Román ha cerrado el debate explicado que la alusión al ICD se debe a “un error material”, ya que será la Consejería de Fomento y Medio Ambiente la encargada de la aplicación de los Reglamentos, y ha justificado el resto de parámetros en la aplicación de las normas superiores. “La cámara hiperbárica es una cuestión deseable pero no exigible”, ha subrayado para cerrar uno de los debates más sosegados de la mañana.

Siete titulaciones

La Ciudad Autónoma asumió en 1999 las competencias en esta materia, junto a las de enseñanzas náutico-deportivas y subacuáticas-deportivas. Ahora, “ante la demanda profesional, de los aficionados al buceo, de los empresarios del ramo y del Cuerpo de Extinción de Incendios y Salvamento”, Román ha dado el primer paso para sacar adelante un Reglamento que, una vez aprobado definitivamente, le tocará ejecutar a la Consejería de Medio Ambiente.

El texto dotará a la ciudad de una regulación específica del buceo profesional, de la autorización y apertura de centros que deseen impartir estas enseñanzas y, “como consecuencia de todo ello, de la realización, control de exámenes, registro y expedición de las citadas titulaciones de carácter profesional”.

El Reglamento distingue siete titulaciones distintas en función de la profundidad del trabajo a realizar, su complejidad y los equipos a utilizar, así como del nivel de conocimientos que cada profesional posea, su experiencia y sus condiciones físicas, medias y psicológicas. Los niveles 1 y 2 se corresponden, respectivamente, con los títulos de buceador profesional de pequeña y media profundidad. El nivel 3 agrupa al de gran profundidad de intervenciones, al de saturación y al jefe de complejo hiperbárico. Además, se reconocen las especialidades de buceador científico y de instructor profesional.

La entrada en vigor del Reglamento conllevará la creación del Registro informatizado de Titulaciones de Buceo Profesional de la Consejería de Medio Ambiente, que será la encargada, asimismo, de expedir la Libreta de Actividades Subacuáticas, con una validez de cinco años, algo que hasta ahora sólo se podía hacer en la Península.

En dicho documento acreditativo deberán anotarse también “periódicamente” las renovaciones administrativas, los reconocimientos médicos de su titular y los trabajos que desempeñe como profesional “a fin de demostrar su experiencia para el acceso a otras titulaciones”.

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