El Gobierno central que preside Mariano Rajoy tiene pensado crear un 'comité de emergencia' con "los más altos representantes de La Moncloa, Asuntos Exteriores y ministerio del Interior" para "responder de manera inmediata y contundente a los conflictos y amenazas para España que surjan desde la colonia británica de Gibraltar, o que tengan que ver con Ceuta, Melilla y los enclaves españoles en el norte de África".

Según informa este miércoles el diario 'El Confidencial Digital' (ECD), en el Ejecutivo de la Nación "preocupan especialmente los últimos acontecimientos que se han venido produciendo en la zona del Estrecho de Gibraltar y que ponen en riesgo la seguridad nacional" y "ante esta situación, desde Moncloa se ha decidido poner en marcha un ‘comité de acción rápida’ para dar respuesta a las amenazas para la seguridad del Estado que puedan producirse en esa zona, que en Moncloa es considerada como 'caliente”.

ECD afirma que esta oficina 'tricéfala' (Presidencia del Gobierno, Ministerio de Asuntos Exteriores y Ministerio del Interior) dispondrá de una estructura operativa "capaz de reaccionar de manera inmediata y contundente ante cualquier conflicto que surja en la zona". La Moncloa "marcará la estrategia política", Asuntos Exteriores "llevará la línea diplomática" y el departamento de Jorge Fernández Díaz "se ocupará de dirigir las actuaciones 'in situ' y sobre el terreno".

La finalidad de la creación de esta oficina es "disponer de un mayor control geoestratégico sobre la zona del Estrecho" y en ella tomarán parte las Direcciones Generales de la Policía, la Guardia Civil, Tráfico, Defensa, Política Exterior para el Magreb, Marina Mercante, Salud Pública y Vigilancia Aduanera, así como el departamento de Infraestructura y Seguimiento para Situaciones de Crisis de Presidencia del Gobierno, la Unidad Militar de Emergencias (UME)y Puertos del Estado.

'El Confidencial Digital' señala que, además de de los enfrentamientos con la Royal Navy alrededor de Gibraltar, al equipo de Rajoy "le preocupan especialmente las avalanchas de inmigrantes y la situación en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, cuya seguridad se ha tenido que reforzar", así como "las ocupaciones por parte de activistas marroquíes de territorios nacionales en el norte del país vecino".