El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha puesto de relieve este lunes los logros de Ceuta en los 18 años de vida de su Estatuto de Autonomía durante el acto oficial de celebración del Día de la Ciudad, en el que se ha entregado la Medalla de la Autonomía a la ONCE en reconocimiento a su trabajo solidario con los más vulnerables y su empeño en derribar las barreras que impiden el desarrollo de las personas con discapacidad. En esta ocasión, Ceuta ha compartido su celebración con la Comunidad de Madrid, la invitada este año y de la que el presidente ha destacado que nunca ha renegado de su contribución a la solidaridad y que siempre ha considerado que la unidad, el equilibrio territorial y la cohesión benefician a todos.

El acto institucional del Día de Ceuta se ha desarrollado en el Teatro Auditorio del Revellín y, durante el mismo, el presidente Vivas se ha preguntado si existen motivos para celebrar el régimen de autogobierno: “Para algunos está claro que no, para mí, y para el Gobierno que presido, sí, un sí rotundo”, ha respondido y ha desarrollado: “Es verdad que tenemos asignaturas pendientes, algunas de gran calado; es verdad que el paro constituye un drama; que las dificultades de siempre y la falta de respuestas adecuadas han imposibilitado la configuración de una estructura productiva capaz de solucionar la mencionada lacra del paro; es verdad que siguen existiendo carencias en algunos servicios básicos; pero también es cierto que, en estos últimos 18 años, se han producido avances muy significativos y sin parangón en la historia reciente”.

Como ejemplos de esos avances, Vivas ha citado la mejora “sustancial” de la presencia institucional en el concierto nacional, razón de que Ceuta cuente “con más audiencia” y se la tenga “más en cuenta”; la transformación de fisonomía urbana y equipamientos; la consolidación y mejora de los incentivos del Régimen Económico y Fiscal Especial, como las bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social; el fortalecimiento de la capacidad financiera de la Ciudad; y la superación de déficits “históricos” en servicios esenciales, como la asistencia hospitalaria y sanitaria, el ciclo integral del agua, las infraestructuras para las comunicaciones, el patrimonio y la oferta cultural y deportiva y las prestaciones sociales. “Más presencia institucional, más transferencias del Estado, más inversión pública y más y mejores servicios y equipamientos; factores que han sido decisivos para la supervivencia de nuestra ciudad”, ha resumido.

Pero además, ese apoyo, con el que se ha podido paliar, “con un cierto desfase temporal”, la caída del modelo económico basado en el bazar, los suministros a buques, el territorio franco aduanero y el consumo del contingente militar, “no se ha visto perjudicado en lo esencial por causa de la crisis y de las extraordinarias exigencias y dificultades que esta impone al desenvolvimiento presupuestario del Estado”. Así lo ha remarcado el presidente en su alocución, durante la que no ha pasado por alto que eso acredita el trato especial que el Gobierno de España concede a Ceuta: “Es justo reconocerlo por lo que trasciende y significa”.

Retos y prioridades

Si bien el balance del Estatuto de Autonomía y del régimen de autogobierno es “positivo”, “no supone renuncia de la legítima aspiración de ser Comunidad Autónoma”, aunque las prioridades son otras en la actualidad, ha reflexionado el presidente. “Lo verdaderamente urgente y prioritario tiene que ser salvar la nave del temporal, preservar la continuidad de los servicios, gestionar los recursos disponibles de manera eficiente y eficaz, equilibrar las cuentas, ordenar las competencias, evitar las duplicidades y contribuir, en lo que cada cual pueda, al objetivo común de sacar a España de la crisis y crear empleo”, ha explicado antes de recordar que Ceuta está plenamente integrada en la estructura territorial del Estado como entidad local además de autonómica.

Al hilo de esto, Vivas ha criticado el modelo autonómico y considerado que su perfeccionamiento debe estar marcado por tres prioridades: evitar que la descentralización sea “despilfarro” o un “cauce para quebrar” la unidad de mercado; procurar que se premie el ahorro y la racionalidad en el gasto y la corresponsabilidad; y garantizar que la solidaridad sea “la más potente e inmediata consecuencia de la unidad, además de un principio fundamental para la ordenación y asignación de los recursos”.

“Ceuta precisa del peso económico de las administraciones públicas en una proporción muy superior a la del resto de España”, pero también necesita potenciar el tejido productivo y la actividad empresarial, una cuestión “indispensable” para solucionar el “gravísimo problema del paro”, lo cual no es “fácil” porque a las dificultades crónicas se suma el incremento notable de la población, que ha pasado de 45.000 habitantes en los años de la economía del territorio franco aduanero y el bazar -“cuando el paro en Ceuta no era, ni mucho menos, un problema, ha puntualizado Vivas-, a los más de 86.000 de la actualidad.

“Hay que seguir intentándolo porque está en juego el porvenir y porque existen oportunidades y fortalezas”, ha defendido. Para ello, el presidente de la Ciudad ha apostado por mejorar las condiciones de las vías de acceso a Ceuta, avanzar en la imagen de una ciudad moderna y promover y divulgar el fuero fiscal y la situación geográfica con vistas a favorecer la captación de inversiones. “Ceuta puede volver a vivir un nuevo impulso del comercio, el turismo, los servicios y el puerto”, ha remachado.

El necesario compromiso y conciencia de todos

Para lograrlo, eso sí, además de políticas y medidas acertadas y audaces, son necesarias la implicación, el compromiso y la conciencia de toda la sociedad, no solo de las instancias públicas: “Implicación y compromiso para asumir que sin esfuerzo y sin riesgo no hay éxito ni beneficio, y conciencia ciudadana para situar el objetivo del empleo como una causa que, por ser de todos, es también de cada uno; es decir, conciencia ciudadana para no aprovecharse del empleo irregular, para no instalarse en la economía sumergida, para contratar en Ceuta, y para consumir en Ceuta”, ha exhortado el presidente Vivas, quien también ha expresado que “el empleo subvencionado no es la solución” y que “la formación, el sacrificio, el esfuerzo, el afán de superación y la vocación por el trabajo bien hecho son los valores imprescindibles para abrirse camino y salir adelante”.

Vivas ha aprovechado su intervención para reiterar y renovar los compromisos relacionados con materias trascendentales, como el de caminar por la senda del equilibrio presupuestario y el saneamiento de la deuda, que además de mandato legal es requisito “ineludible” para garantizar el normal funcionamiento de los servicios, mantener las prestaciones sociales y el empleo y atender las obligaciones de pago; y el compromiso de prestar una atención “muy especial” a los más necesitados”.

Los compromisos con la transparencia y la claridad en la gestión de los recursos públicos, de diálogo con el resto de formaciones políticas y de seguir favoreciendo una colaboración “leal y estrecha” con el Gobierno de España han sido los siguientes en la relación del presidente, quien ha apostado por secundar y apoyar las medidas que adopte el Ejecutivo central pues, aun cuando en muchos casos implican sacrificios y renuncias, son “absolutamente necesarias para emprender el camino de la recuperación, y para lograr que, cuando esta llegue, se asiente sobre bases firmes y sólidas”.

Entre los retos, el presidente de la Ciudad ha remarcado el de la convivencia en paz y armonía, una realidad que “algunos” quieren “negar” pese a ser “palpable y evidente”. “La verdad es que si por convivencia entendemos el arte de vivir compartiendo, en Ceuta, de manera cotidiana y natural, vivimos compartiendo espacios, servicios, inquietudes, desvelos, ilusiones y afectos, en plano de igualdad y sin ningún tipo de discriminación”, ha hecho hincapié antes de exponer los ingredientes necesarios para ello: generosidad para favorecer la comunicación y para no utilizar con fines partidistas cuestiones raciales, culturales o religiosas; y firmeza para garantizar el imperio de la ley, que es igual para todos.