El Gobierno de la Ciudad Autónoma en una actitud, que el portavoz del Ejecutivo, Emilio Carreira, ha calificado de “realista” en reiteradas ocasiones, ha eliminado el precio máximo de la ecuación de condiciones que le ha remitido a Fomento para la licitación del concurso para la Línea de Interés Público del Estrecho. A pesar de lo que Carreira se mostró convencido que bajarán los precios del billete.

De forma casi sintética, Carreira ha desgranado que el Ejecutivo ha fijado tres objetivos esenciales en la documentación que le ha remitido a Fomento cuando se le ha consultado de las necesidades de los ceutíes de cara al nuevo concurso que podría estar operativo en otoño.

El Gobierno quiere que el contrato garantice travesías no rentables, pero necesarias, “de interés público aunque sólo las usen 20 personas”, como el barco de las 6 de la mañana que permite enlazar con el tren de Algeciras a Madrid de primera hora. “Yo he cogido ese barco alguna vez, seguro que muchos de ustedes y todos sabemos que el barco va vacío. Son servicios que para el mercado no son rentables, pero son de interés público, aunque sólo sean usados por una minoría”, ha insistido Carreira.

Otra de las condiciones que el Gobierno quiere recoja el concurso es la exigencia de un barco moderno, que pernocte en Ceuta y navegue bien en los temporales. “Como el Passió o como el que hay ahora, que puedan navegar cuando haya un temporal y que ofrezcan unos servicios de calidad”, ha resumido Carreira.

Pero a diferencia de la anterior ocasión, el Gobierno no ha apostado por encorsetar las tarifas. “Queremos que interese al menos a una naviera, y si son cinco mejor, más bajara el precio”. La idea es que el concurso contemple la rebaja en el precio de los billetes como una mejora puntuable vital para alzarse con el contrato y sean las propias navieras que compitan las que oferten una rebaja en los precios a partir del actual que será el que previsiblemente aparezca como precio máximo.

Una decisión tomada “tras analizar el mercado” y entender que en la anterior licitación cuando se propuso una rebaja del 25 por ciento en el precio del billete “las navieras no concursaron” lo que obliga al gobierno a “ser realista”. Partiendo eso sí de la premisa de que el Ejecutivo local quiere y va a querer el contrato público “siempre” y que “en ningún caso las tarifas sean más caras que ahora”.

En la idea del Gobierno está el contemplar unos servicios mínimos, pero en la línea de intentar reducir rotaciones en la línea para evitar lo que los marinos denominan “pasear hierro” que hace que al final, por la baja ocupación, las compañías necesiten de un mayor precio para amortizar los gastos.

A Carreira le ofrece ciertas garantías de que el Estado estará interesado en rebajar el precio todo lo que sea posible el hecho de que salga de los Presupuestos Generales del Estado la bonificación del 50 por ciento del precio del billete a los residentes de Ceuta.