De marinero a limpiador y cajero


De marinero a limpiador y cajero

-El delegado de personal de Mahersa denunció a la empresa por acoso laboral dos meses antes de ser despedido. Su caso no es el único

El delegado de personal de Mahersa, Julio Peña, denunció a la empresa por acoso laboral dos meses antes de que fuera despedido. Él no es el único trabajador que ha seguido ese camino, y otros dos compañeros se encuentran de baja psicológica.

El acoso viene de “ciertos jefes”, tal y como explica el abogado de Comisiones Obreras, Faisal A. Bakur. En concreto Julio Peña señala al nuevo contramaestre, de origen portugués, y al que acusa de seguir un plan ideado por los dueños de la empresa para hartar a los trabajadores procedentes del CAS y lograr que se marchen.

La empresa ha justificado el despido de Julio Peña en partes, que según reconoce el abogado de Comisiones Obreras, recogen que algunos días se incorporaba en esta ebrio a trabajar. Algo que la defensa del delegado sindical niega. La realidad para el sindicato es que la dirección de la empresa humillaba a los trabajadores con una “actitud prepotente, chulesca. Denigraban a los trabajadores: ‘Tú no vales para nada’. Les decían que iban a hacer todo lo posible para que se fueran a la calle. Le han acusado de llegar borracho, sin ser cierto”, explica Bakur.

Además de palabras también había hechos y por eso a Julio Peña, según su relato, se le terminó la paciencia un buen día y se fue a los tribunales a demandar a la empresa por acoso, antes de que Mahersa decidiera despedirle.

“Yo dos meses antes de que me ocurriera el despido por causas que ellos dicen ya había denunciado por acoso y amenazas al contramaestre. Dos meses antes denuncié al contramaestre. Nos habían mandado barrer el parking. Llevábamos las gasolineras. El contramaestre ha venido para eliminar a los antiguos que es con los que ha tenido conflicto. Somos marineros, no éramos porteros y bastante estábamos tragando y ahora quería que barriéramos, limpiar, y si no, íbamos a ir a la calle. Le mandé un escrito al sindicato, vino y a los que no queríamos barrer nos amenazó y nos dijo que íbamos a ir a la calle, todo en la cara”, explica Julio Peña

Peña y sus compañeros con más de 13 años, el que menos, de experiencia como marineros, atendiendo las necesidades de los usuarios del Puerto Deportivo, eran requeridos por la empresa para que hicieran funciones que no se corresponden con su categoría profesional. No eran precisamente ascensos sino descensos a funciones impropias de su puesto, atendían el parking y limpiaban, algo que no les correspondía, y eso les iba minando mentalmente, según su relato.

“Y más de la manera que funcionaba el parking. Se rompía la barrera y no nos traían repuestos. Teníamos que atender la máquina y no podíamos atender nuestro trabajo real: la manguera, echar gasolina y dar atraques. Si venía una embarcación de alemanes o de ingleses teníamos que estar con el parking, y como hacíamos todo a la vez además había que aguantar la actitud, comprensible, del usuario del parking, se enfadaban porque o siempre estaba estropeado el cajero o lo que sea; y el parking se hizo muy dependiente de la marinería. O no funcionaba la caja o se atascaba o se tragaba los tickets... Al final se estaba desatendiendo al usuario de Ceuta y al que venía de tránsito. ¡Es que lo hacíamos todo!”, relata Julio Peña.

Que eran destinados a otras funciones distintas de las de marinería ha sido confirmado por otro ex empleado de Mahersa a ceutaldia.com que ha preferido guardar su identidad. Para este ex trabajador, la empresa "explotaba" a estos trabajadores.

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