Amantes y amigos


Amantes y amigos
Siempre he creído en la amistad entre hombres y mujeres, entre otras cosas porque más allá de racionalizarlo tengo la suerte de contar con hombres a los que considero amigos. Hombres con los que me siento cómoda, voy de cafés, de copas, de confidencias, les lloro en el hombro, ellos hacen lo mismo conmigo y [...]


amantes y amigos

Siempre he creído en la amistad entre hombres y mujeres, entre otras cosas porque más allá de racionalizarlo tengo la suerte de contar con hombres a los que considero amigos. Hombres con los que me siento cómoda, voy de cafés, de copas, de confidencias, les lloro en el hombro, ellos hacen lo mismo conmigo y la complicidad resulta natural y sencilla. Nos contamos los amores y desamores, los problemas del trabajo o de lo externo, y los lazos afectivos van tejiendo redes cada vez más tupidas.

Algo muy parecido a la amistad entre mujeres salvo que los hombres escuchan menos y se esfuerzan en buscarte soluciones. Pero si aceptas la naturaleza de cada uno está muy bien.

Algunas de estas amistades nacieron de la atracción sexual de uno de nosotros, con ninguna esperanza de llegar a nada físico, otras las propició el roce de los intereses comunes y muchas otras el azar caprichoso nos la regaló.

Como creo en la amistad, y en la buena voluntad de las personas siempre he deseado que mis amantes lleguen a ser mis amigos.

Creo que he amado a buenas personas, que por los vaivenes de la vida, o como dice Roxana en su canción “Lunas rotas” “porque el amor se equivoca”, hemos tomado caminos diferentes.

Normalmente, si no hubo traición, explotación, abuso… lo más sensato es que después de un tiempo, todas las heridas necesitan un tiempo, volver a retomar la amistad de esa persona con la que fuimos felices.

Muchas veces viendo Anie Hall, mi película de cabecera, que como buen escritor Woody Allen la crea para exorcizar los demonios de su relación, recuerdo que a pesar de haber sido amantes él y Diane Keaton en la vida real luego siguen manteniendo una amistad de muchos años. Que les ha enriquecido siempre y teje lazos importantes entre ellos.

Pues esta mañana andaba yo con un grupo de amigos tomando café, entre ellos un hombre que amé sincera y absolutamente y creo que el también me amó. Que el tiempo me ha hecho mirarlo con tolerancia y ternura. Hemos coincidido después de cinco años, porque la política, los intereses de cambiar Ceuta, y amigos comunes, descubiertos después de “lo nuestro” nos han acercado. Y como al fin y al cabo andamos en la misma onda pues estamos ahí.

Siempre que me ve me ataca, al principio me hacia gracia pensaba que él era así, siempre atacaba mi manera de ver el mundo, siempre habia un comentario irónico que yo desoía con la naturalidad que te da la confianza. Después de tanto tiempo sigue haciéndolo, y yo le sigo desoyéndolo porque pienso que quizás es su manera de dirigirse a mí, y al fin y al cabo él es asi. ..

Pero ante mi propuesta de invitar a un amigo querido a la próxima reunión ha reaccionado agresivamente planteando el ultimátum de él o yo, ante lo cual, he callado y he dejado que decida la mayoría. Pero me ha dejado rara.

Quizás aún no estamos preparados para ser amigos, quizás aún existen brasas pequeñas donde una pasión ardió, aunque yo no noto ni el calor ni el frío. Puede que debiera desaparecer porque siempre he quemado naves y nunca vuelvo a retomar aquello que terminó.

Quizás le hago daño sin darme cuenta…

Los seres humanos somos muy complicados y estamos en un punto muy primitivo de la evolución.


Posted originally: 2009-10-14 22:52:45

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