Benedicto XVI y la Iglesia herida


Benedicto XVI y la Iglesia herida
Una batalla mediática está perdida cuando el discurso deja de ser coherente. La Iglesia católica mexicana se metió en un berenjenal con el tema de los abusos a menores: primero lo negaron, luego lo minimizaron, después le echaron la culpa al libertinaje sexual, a la homosexualidad y a los libros de textos, y finalmente dijeron que era cosa del pasado. El discurso no cuadra, pues los abusos se dieron antes del libertinaje sexual y después de él; con libros de texto liberales y sin ellos; la mayoría de los abusos son a personas del mismo sexo, pero no nada más. Pareciera que a la Iglesia católica mexicana le tomó desprevenida el cambio de discurso que vino desde Roma. El papa Benedicto XVI, entendió, finalmente, que el tema de los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes no sólo era indefendible sino que se estaba convirtiendo en una crisis imparable. La estrategia inicial de callar para ignorar, que llevaron hasta lo último en Roma y en la mayoría de las diócesis, se derrumbó estrepitosamente ante la progresión de los escándalos en todo el mundo. Después de años de negar, proteger y encubrir, porque esa era la línea, la aceptación y el perdón no han fluido con la facilidad esperada ni requerida.


Posted originally: 2010-04-24 08:35:00

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