Un reciente estudio sobre el comportamiento de peces limpiadores ha mostrado que participan en una forma de castigo a terceros, en la que observadores supuestamente no implicados castigan a los ofensores a pesar que no hayan sufrido personalmente las consecuencias de este comportamiento. Nichola Raihani y sus compañeros de investigación observaron cómo los peces limpiadores machos castigan a las hembras si éstas hacen algo para ofender a sus
clientes, los peces de mayor tamaño a los que limpian. Este descubrimiento puede ayudar a comprender mejor los orígenes y la evolución del más complejo comportamiento humano, señalan los investigadores en la revista
Science.