Las comparecencias tienen poca utilidad


Las comparecencias tienen poca utilidad
Si estuviera en el lugar de la oposición haría lo mismo que ellos: pedir que el Presidente del Gobierno comparezca ante la Diputación Permanente, o ante lo que sea, para que yo pueda decirle que la causa de todos los males es él. Una forma de hacer un poco de campaña mientras que otros países, [...]

Si estuviera en el lugar de la oposición haría lo mismo que ellos: pedir que el Presidente del Gobierno comparezca ante la Diputación Permanente, o ante lo que sea, para que yo pueda decirle que la causa de todos los males es él. Una forma de hacer un poco de campaña mientras que otros países, como Italia y Francia, también gobernados desde Madrid, tienen problemas con su deuda soberana o un rumor los desestabiliza.

Para quien diseñan estrategias electorales, dan directrices de comunicación política o para quienes ven esto del gobierno como algo en lo que uno es seguidor de unos en detrimento de los otros estas comparecencias son un instrumento fundamental de su existencia, pero puede que no tenga ningunas virtud más que la mera imagen política.

No estoy diciendo que el Gobierno no deba dar explicaciones, en las Cortes y en los medios de comunicación, sino que el hecho de dar esas explicaciones, en la sede que sea, no es taumatúrgico, esto es, que no soluciona nada. La situación de la deuda soberana de España poco tiene que ver con la comparecencia del Presidente y esta comparecencia, de producirse, no cambiaría absolutamente nada.

Es la política del efecto, que todos han ejercido, ejercen y ejercerán. Es la política en la que una inutilidad, de la que todos son conscientes, pero del que hablan, del efecto, como si tuviera valor sustantivo.


Filed under: Celtiberia, Ciencias Políticas, Comunicación Política, Diseño de Jugadas, Economía

Posted originally: 2011-08-16 19:47:42

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