La Fundación Laxeiro de Vigo ha abierto un nuevo ciclo de exposiciones colectivas con la intención de ofrecer un panorama de la creación contemporánea en Galicia. La primera muestra se abrió hace unos días con un grupo de jóvenes creadores que han apostado por emprender nuevos caminos en el campo de la figuración. Radiador es el título de un proyecto que reúne obras de Bosco Caride, Elena Fernández, Juan Rivas, Ignacio Pérez-Jofre, Germán Pintos, Jorge Perianes y Javier Aguilera.

El comisario de la muestra, Javier Pérez Buján, ha apostado por seleccionar piezas escultóricas y pinturas aunque advierte que en las obras está presente la influencia de disciplinas nacidas en las puertas de la contemporaneidad como el vídeo, la fotografía y el cine. Pérez Buján apunta que la figuración actual tiene unas características que tienen que ver con la propia actitud e intencionalidad de los artistas que la practican. Esa intención se mueve entre la función descriptiva y la narrativa, aunque ambas no pueden entenderse como polos absolutamente opuestos.

Javier Aguilera y Jorge Perianes y, en menor medida, Elena Fernández y Juan Rivas utilizan el recurso de la mimésis para contar una historia. Así, Javier Aguilera utiliza los códigos de un minucioso realismo escultórico como sugerencia de diversas narraciones, reforzadas con los títulos que nos remiten al mundo del rock, la cultura urbana y especialmente a la tradición del cómic.

Por su parte, Jorge Perianes construye un mundo fabulado a partir de la intervención del espacio expositivo con elementos muy cercanos al lenguaje de la instalación, que se mimetizan con la realidad y recrean situaciones inquietantes y a veces absurdas. La estrategia de Elena Fernández se sitúa en el terreno de la representación literal del motivo pero, en este caso, alterando la composición mediante la condensación de elementos.

La obra de Juan Rivas se inscribe en la mirada cinematográfica. En sus paisajes de carretera muestra entornos rururbanos representativos de lo que se conoce como feísmo urbanístico. Pérez-Jofre presenta una pieza, con la que da nombre a la exposición, donde puede verse un radiador pintado al óleo que aparece situado en un no-lugar para provocar sensación de extrañeza al público.