El Getafe se reencontró con la victoria tras una semana movidita en la que su presidente, Ángel Torres, denunció la falta de carácter de la plantilla y los propios jugadores reconocieron su flojera en defensa. El tirón público de orejas a Míchel tuvo un efecto inmediato contra el Athletic, que llegó desfondado a la cita tras la remontada del jueves contra el Nacional de Madeira en la Liga Europa y que, a excepción de Llorente y alguna internada de Susaeta, apenas dio guerra.