Nicolas Sarkozy se enfrenta hoy a la cuarta jornada de huelga general y de protesta masiva en lo que va de año contra su anunciada reforma de las pensiones, que prevé
retrasar la edad mínima de la jubilación de los franceses de 60 a 62 años.
La última, celebrada el 24 de junio, sacó a la calle cerca de dos millones de franceses, según los sindicatos (800.000, según la policía). Hoy serán más, según estas mismas organizaciones.