La lluvia amarga a la Amargura y flagela a la Flagelación

La lluvia amarga a la Amargura y flagela a la Flagelación
Jesús Caído saliendo de la casa de Hermandad de la Amargura. / Foto cedida por El Faro de Ceuta

- Una tromba alrededor de las ocho ha obligado a suspender las procesiones de este Miércoles Santo

- El Cristo de la Flagelación se ha llevado la peor parte, al sorprenderle el agua en un lugar de complejo retorno a su casa de hermandad


Mencionar la lluvia a un costalero es como mencionarle la criptonita a superman. Y eso que al pasar de los años todos se van acostumbrando a que estás cosas pasan. Si bien la costumbre no transforma en placentero lo que es desagradable. Meses de trabajo enjuagados en minutos por un baño del cielo. Este Miércoles Santo las procesiones en Ceuta se han visto suspendidas durante el recorrido por causa de una tromba que ha caído alrededor de las ocho de la tarde.

El cielo, el horario o el recorrido, según se quiera ver, no ha repartido la misma suerte para las Hermandades en la calle este miércoles.

A la de la Amargura, le ha cogido el chaparrón con cerca de dos horas de recorrido realizado y con la Casa de Hermandad del Medinaceli –siempre abierta y disponible a echar un paraguas al que lo necesite- muy a mano. Allí han podido refugiar al Jesús Caído. A la Virgen de la Amargura se guardado en el cuartel de la Policía Local.

Amarga tarde para la cofradía que no ha podido completar su recorrido y una vez que ha escampado ha optado por regresar desde el Sardinero a su Casa de Hermandad, a dónde ha llegado sobre las diez de la noche.

En cambio, Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y su Hermandad han caído en la emboscada del cielo. Apenas una hora en la calle, echando ratitos los costaleros, dedicando ‘levantás’. Apenas 60 minutos disfrutando del cariño de la gente, hoy reducidos de los miles de las jornadas anteriores a cientos (como si un ferry se hubiera tragado a los devotos y fieles caballas).

Después de sufrir, de salir de la angosta Casa de Hermandad, en Teniente Pacheco, de subir por Isabel Cabral y por Agustina de Aragón, nada más revirar para ganar la calle Real, a unos 15 metros, el cielo se ha abierto de par en par. Han aparecido, los paraguas, los chubasqueros y los plásticos para cubrir lo que se ha podido.

La Hermandad casi sin tiempo de reaccionar, le ha pillado con el cambio por hacer bajo el paso, a toda velocidad, lo han hecho, a toda velocidad, han girado 180 grados y han dado la vuelta por un recorrido duro a la subida y complicado con el piso resbaladizo a la bajada hasta la casa de Hermandad, menos de una hora ha tardado en volver a ella.

Suficiente para dejarles con mal sabor de boca, sin haber paseado suficiente a su Cristo y preocupados por lo mojado que ha llegado patrimonio. El presidente del Consejo de Hermandades, Juan Carlos Aznar, ha expresado su preocupación por el asunto, y aunque aún es muy pronto, ya ha avanzado que a este paso “le ha caído bastante agua” y que “habrá que esperar hasta mañana, que se hagan las primeras labores de quitado del agua”, la voz denotaba cierto pesimismo.

Para más INRI, para encontrar una previsión que haya acertado lo que ha pasado había poco menos que consultar los servicios meteorológicos de los que disponen en la Formula 1. Cabía la posibilidad, escasísima de que cayera agua, pero en ningún caso tanta.

La lluvia amarga a la Amargura y flagela a la Flagelación


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