Mientras voy a trabajar, por el Paseo de las Palmeras remodelado una y mil veces creo que para el Gobierno de la ciudad las mujeres no pensamos ni existimos.

Van a inaugurar, allí, en el Paseo de las Palmeras, al conocimiento, a las ideas de los hombres Nuestro ilustre Alcalde paseará y se hará la foto con aquellos que ahora mismo son una cabeza cubierta de plásticos. Contará lo importante que han sido para la humanidad y todos aplaudirán, incluso la Consejera de Cultura, Educación  y Mujer.

Metros más lejano está Enrique el Navegante, el pensador judío Joseff Ben Yehudá, el cartógrafo Al – Idrisis , Pedro de Meneses  con un niño en el regazo e incluso Gandhi , en un tamaño mucho más pequeño. Si miras al frente controlando los dos muelles hay dos Hércules simétricos…

 En la Plaza de Colón un legionario con su oveja, supongo que macho. En Haddu un soldado de Regulares, en el Sardinero uno de Caballería, en el Puerto la Guardia Civil, dos hombres con tricornio y uniformados y en la Plaza de los Reyes un penitente varón, con un aguador varón también.

La mujeres en mi ciudad representan los ideales: la Constitución, la Paz, las Letras, la Igualdad…. Entes abstractos que materializa algún hombre .Ellas aparecen como musas de las ideas y ellos dan concreción a lo que se expresa.

No hay mujeres en Ceuta que hayan pensando, ni siquiera en la historia que se merezcan una estatua. Según mi ciudad. Como mucho una calle, un instituto, algún que otro colegio y poco más.

Salvo  las Vírgenes, no hay bustos de mujeres en mi tierra. Como si las mujeres no existiéramos  ni pensaran más allá del palio y la capilla.

Imagino los colegios educando en igualdad, explicando el lenguaje inclusivo y haciendo excursiones a las estatuas de Ceuta. Hablando de cómo esos  hombres grandes hicieron grande la tierra, hicieron avanzar las ideas y la vida y consiguieron que todos y todas fuéramos más felices. Imagino a las niñas que mirarán  convencidas  que todo ese avance lo han proporcionado hombres, que sus referentes estáticos de piedra son hombres y que les harán hacer redacciones y biografías de esos hombres.

Mientras los compañeros varones se sienten identificados ellas pensarán que las mujeres no han hecho jamás nada especial que merezca ser inmortalizado.

Y la Consejera  de Cultura, Educación  y Mujer se queda tan a gusto.

Hay daños grandes, y daños pequeños, hay daños subliminales que van rompiendo la autoestima, si una niña mira a modelos a imitar en su ciudad y sólo ve hombres, creerá que ella es inferior por no serlo. Y los hombres crecerán pensando que tienen el mismo código en sus cromosomas. Y eso les hará   creerse superiores.