Mariano Rajoy y Barack Obama ya se conocen personalmente. El jefe del Gobierno español y el presidente de EE UU se han encontrado no una sino dos veces en la Cumbre de Seguridad Nuclear que se celebra en Seúl. El primer saludo se ha producido por la mañana, sin presencia de cámaras, por lo que La Moncloa ha pedido que se repitiera por la tarde, para que quedase constancia gráfica. Así ha sido. Ambos mandatarios se han encontrado antes del inicio de la sesión plenaria y han charlado camino de la sala, durante un par de minutos.

“Siento no poder hablar en español, mis hijas están estudiando y me van a enseñar”, ha bromeado el presidente norteamericano, según fuentes de La Moncloa. “Mis hijos estudian inglés y yo también”, ha replicado Rajoy, “Sé que nuestros equipos están trabajando muy bien juntos y me gustaría que vinieras a verme pronto al despacho oval, en la Casa Blanca, en breve cerraremos la fecha”, ha concluido, según las mismas fuentes.

La invitación de Obama a Rajoy para que acuda a la Casa Blanca descarta la posibilidad de que la primera entrevista entre ambos se celebre en Chicago, donde volverán a coincidir en mayo, con motivo de la Cumbre de la OTAN. Si el presidente español no viaja expresamente a EE UU con este motivo, la ocasión propicia podría ser septiembre, cuando Rajoy tiene previsto acudir a Nueva York para la Asamblea General de Naciones Unidas.

Tras saludar a Obama, Rajoy ha sido el primer orador de la segunda sesión plenaria de la cumbre. El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha recordado al presentarlo que hoy es su 57 cumpleaños y ha pedido un aplauso a los presentes, que le han felicitado con una ovación. Ya esta mañana el anfitrión de la cumbre le envió una tarta al hotel como obsequio. “Cumplir años nunca es bueno, pero no cumplirlos es mucho peor”, ha comentado Rajoy con tono socarrón.

En su intervención, de unos cinco minutos, el presidente ha recordado que España tiene “una larga y amarga experiencia en la lucha contra el terrorismo” y ha instado a todos los países a “dedicar recursos y esfuerzos” y a estrechar la colaboración para evitar que material nuclear pueda caer en manos de grupos terroristas. En su opinión, la celebración de la cumbre ya constituye “un éxito en sí mismo”.

Hasta ahora todos los compromisos internacionales a los que había acudido Rajoy habían sido muy complicados, marcados por tener que dar cuenta en Bruselas de la política económica de España. Esta es la primera vez que el presidente puede estar más relajado, pese a su primer revés electoral en el último año.