El gran tema de después de las Navidades ha sido la sucesión del Presidente Zapatero. Uno no sabe bien de donde ha procedido, pero algunas posibilidades de su procedencia sí se me ocurren:

- Entornos cercanos a la dirección del PSOE y al Gobierno, que quieren ver la reacción que tendría que el Presidente no optase a su tercer mandato, en definitiva, un globo sonda de toda la vida para registrar la popularidad de una opción que se ha tomado y que se está a punto de tomar.

- Entornos cercanos al PP que quieren dar la impresión de que el Presidente está ya como “un pato cojo” y que su propio partido está buscando alguien que rellene un liderazgo que, en opinión de los populares, ha perdido (cosa curiosa cuando nunca han reconocido que tenga algo de liderazgo).

- Las simples ganas de novedad tanto de los medios de comunicación como del mundo bloguero que llevamos desde 2004 con los mismos personajes al frente de la política nacional. Dado que Rajoy no ha caído, a pesar de los muchos motivos que ha habido, sólo se puede esperar la novedad en el PSOE y la primera repetición de la tradición que Aznar pretendió establecer, a renunciar al tercer mandato.

La verdad es que las cosas no están para lanzar ahora una “sucesión”

1) Queda más de medio legislatura, que gracias a la “aritmética variable”, el Gobierno va a poder agotar. No tiene sentido un adelanto electoral pues el Gobierno puede sacar adelante sin demasiados problemas sus iniciativas e intentar sacar rédito político a una mejora económica que da por cierta (con la duda fundamental del impacto de ésta sobre el empleo).

2) El PSOE es más complejo que el PP. En el PSOE hubo un dedazo que no funcionó (Almunia) y tras su primer fracaso electoral, desapareció el mapa, esto es, fue enviado a la Comisión Europea. En el PP Aznar dio un dedazo y todavía están pagando las consecuencias de éste, por más que su autor esté arrepentidísimo.

3) Sin duda la novedad da impulso electoral y elimina algunos obstáculos del pasado, pero que Zapatero le gane por tercera vez a Rajoy no sólo mandaría al actual líder popular a ejercer su poco liberal profesión de registrados de la propiedad, sino que sumiría al PP en una crisis bastante interesante.

De todas formas, y ya que uno tiene ganas de hablar de estas cosas, dentro de poco haré una entrada sobre los que, en mi opinión, serían dos buenos sucesores del Presidente.