Desde hace mucho tiempo existe la percepción de que hay una fuerte casta que se perpetúa en los escalafones más altos de la Administración española. Era una percepción que a través de un estudio de FEDEA ha encontrado respaldo empírico según la cual se cumpliría con lo señalada de forma significativa y se confirmaría en España lo dicho por Bourdieu para Francia: las pruebas están hechas para determinada clase. El título del capítulo de la publicación de FEDEA es más fuerte: Altos funcionarios ¿Una nobleza de Estado?.
Alguien debió tener determinados datos dentro del Ministerio de Justicia cuando se reformó, leve pero sustancialmente, las pruebas de ingreso a la carrera judicial y fiscal. Se añadió una prueba inicial, tipo test, sobre la totalidad del temario para que no todas las pruebas fundamentales fueran orales y que las palabras se las llevasen el viento.
Las oposiciones, y no sólo en los niveles altos de la Administración, deberían replantearse. En la selección no hay fórmulas mágicas y los que se dedican a ello lo saben bien, pero lo que no tiene demasiado sentido es mantener un tipo de procesos que hacen aguas desde hace mucho tiempo, no sirven para seleccionar a los mejores que se presentan al exigir capacidad cantirina o contestadora, además de suponer en ciertos niveles la necesidad de un respaldo económico para su preparación.
Filed under: Celtiberia, Derecho Administrativo, Derecho Constitucional, Economía, Función Pública, Sociedad, Sociología
Posted originally: 2011-03-03 10:00:28