Después de la edad dorada de la pionera Marta Figueras-Dotti, que le llevó a participar en el Circuito Americano en los años ochenta, el golf femenino español tardó un tiempo en encontrar otra figura. Eso sí, el nuevo milenio comenzó a lo grande con la irrupción de
Raquel Carriedo
. La zaragozana se hizo profesional en 1995 y, después de un duro aprendizaje viajando por todo el mundo, vio la recompensa a su lucha en 2001, cuando se hizo con el Abierto de Taiwán. En los seis meses siguientes triunfaría también en Suecia e Irlanda, lo que le sirvió para ganar el Orden de Mérito europeo de esa t...