Wiggins baja los humos a Purito


Wiggins baja los humos a Purito
Resulta que el soldado más discreto, el soldado silencioso, era el jefe de la revolución. Ocurre mucho en el ciclismo: no quien más bombas tira es el mejor bombardero. El castillo de Joaquim Purito Rodríguez no resistió ni uno solo de los ataques en la defensa de La Covatilla. Al primer disparo, se deshilachó el traje del general, rumiando su soledad sin ningún ayudante a su lado y aterrado por el viento cruzado habitual de este puerto. El soldado discreto se llama Bradley Wiggins, un británico, un expistard que mira la carrera desde la atalaya de sus 191 centímetros y la ligereza de sus apenas 70 kilos. Una especie de farola que ayer iluminó la subida degradando al general y reduciendo la guerrilla a cinco esforzados que en todo momento le secundaron en su travesía.



Posted originally: 2011-08-28 17:59:00

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