Ingesa no ha negado la denuncia realizada por SATSE este viernes, aunque sí la ha matizado. Así no niega que se haya reducido el número de enfermeros y enfermeras disponibles, pero sí que se les haya despedido.

“El término despido de enfermeras no es adecuado. Cuando una enfermera está contratada por necesidades del servicio y finaliza el tiempo de duración de su contrato y la necesidad por la que fue contratada, no se puede decir que ha sido despedida, sino que ha finalizado su contrato”, ha matizado Ingesa a través de un comunicado.

Y es que esa reducción de efectivos la gerencia sanitaria la enmarca dentro del propio plan de desescalada y de la situación de estabilidad de la pandemia que ya no hace aconsejable contar con tantos efectivos.

“En estos momentos y viendo la situación que existe en Ceuta de estabilidad consideramos que con la plantilla que disponemos en estos momentos es suficiente. Esto no quiere decir que en un caso puntual que hubiera un rebrote no se volviera a realizar contrataciones por necesidades del servicio, pero la realidad es que el HUCE ahora mismo tiene más de 100 camas libres”, ha explicado Ingesa.

Hay “disminución de afluencia de pacientes respiratorios en el Hospital Universitario de Ceuta” y se ha comenzado “un plan de desescalada progresiva paralelo al plan de funcionamiento en consultas externas y pruebas especiales que comenzará el próximo 4 de mayo”, ha abundado la administración sanitaria.

Aún así, este mismo viernes, informa Ingesa se han sacado nuevos contratos. “Se siguen manteniendo contratos de enfermería en conceptos de incapacidad temporal y se siguen manteniendo las necesidades del servicio en los técnicos de laboratorio”.

Es decir, la presión asistencial por causa de la pandemia de COVID-19 ha bajado y por tanto, bajan las necesidades de contar con refuerzos en la plantilla. Sin que eso suponga que en caso de repuntar la pandemia se vuelva a contratar a más personal.

Tanto ha bajado esa presión asistencial que Ingesa ha aclarado que a algunos de los profesionales contratados para hacer frente a la pandemia ha habido que reubicarlos en otras unidades para mantenerlos ocupados. Algo que además dice Ingesa conoce la Junta de Personal:

“En reunión conjunta con la junta de personal se dijo que Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), la cual es la unidad de apoyo de la unidad de observación de urgencias, no se había desmantelado y se sigue manteniendo. La dirección tiene organizado que trabajadores atendieran esa unidad en caso de necesidad, lo que ahora, por el momento, no es el caso.  Afortunadamente durante los dos meses de la pandemia, la ocupación de esta unidad (CMA) ha sido mínima y los trabajadores allí asignados han tenido que acudir a otras unidades para tener ocupación. La semana que entra casi todo el personal de enfermería destinado ira retornando a su unidad de origen”, recoge la nota de prensa de Ingesa.

Se sigue pues adelante con el plan de contingencia que conocen los sindicatos y los profesionales sanitarios, que además “están preparados y disponen de material sanitario para la lucha contra el COVID-19”, formación incluida.

Tampoco habría riesgo de contagios cruzados, como también denunciaba SATSE en su comunicado público este viernes.

“Todos los pacientes respiratorios que se tenga una mínima sospecha tienen que pasar por el circuito respiratorio COVID-19 y si se descarta, se pasa al circuito general. En Urgencias todos aquellos pacientes que entran por sospecha respiratoria pasan por el circuito COVID-19, por lo que el HUCE como se está demostrando está preparado para evitar contagios cruzados”, ha explicado Ingesa en su nota.