“Nosotros, Ingesa, somos ajenos a esta película. Al Ingesa la Ciudad le cede un terreno urbanizado. Eso signific que tiene que tener sus acometidas correspondientes para la actividad que se va a desarrollar: red eléctrica, saneamiento, teléfono, agua… Todo”, explica el director territorial del Ingesa, Jesús Lopera.

Yolanda Bel reconocía el pasado martes que hoy por hoy la ciudad no está preparada para dar suministro eléctrico a las nuevas infraestructuras que se van a poner en marcha con la del hospital. Diagnóstico en el que coincide Lopera. Ambos coinciden también en asegurar que el paciente tendrá corriente eléctrica cuando el nuevo clínico eche a andar.

Pero, si Yolanda Bel, hablaba de su entrada en funcionamiento como una cosa lejana en el tiempo, Lopera aclara que “el hospital está terminado y el equipamiento está en más de un 90 por ciento. Contratado y decepcionado”. Falta el montaje y su puesta en marcha. Lo primero serán las consultas externas, el Ingesa prevé que antes del verano comiencen a operar en el nuevo hospital.

Lopera espera también que en unos días se pueda resolver de forma definitiva el problema con el suministro eléctrico. Pero ¿qué pasa?

Pasa que cuando “se hace la previsión de potencia, no se hizo adecuadamente”, simplifica Lopera. “Quienes estuvieran en ese momento (año 2000 ó 2001)” no planificaron bien. Pensaron que bastaría con cerca de 1.400 kilowatios de potencia para el nuevo clínico, la realidad ya construida exige entre 4.000 y 4.500 kilowatios.Tres veces más.

“Cuando nosotros terminamos el hospital, como cualquier otro abonado vamos a solicitar la energía eléctrica. Y nos enteramos que Loma Colmenar no tiene potencia suficiente para dar energía a todas las instalaciones, porque el cálculo que se hizo para el hospital, quien lo hiciese no acertó”, aclara Lopera. Al Ingesa entonces nadie le preguntó, según Lopera.

La solución es relativamente sencilla y exigirá que a medio plazo se aborde el asunto de un modo más serio que como se ha hecho hasta ahora. Las gestiones que ha venido realizando Ingesa en los últimos meses con SEPES, la Ciudad Autónoma y la propia Empresa del Alumbrado Eléctrico de Ceuta son para que se reasignen las potencias disponibles ahora mismo para Loma Colmenar.

“Actualmente de las ocho o diez actuaciones que están allí, está hecho el hospital, están hechas las viviendas y el resto están sin hacer. ¿Qué es lo que se ha solicitado? que se reasigne la potencia con objeto de que al hospital se le asignen los 4.000 KW que necesita que sería a costa de otras actuaciones en Loma Colmenar que no empezarán hasta otros años”, explica Lopera.

Es decir que Endesa produce energía de sobra para abastecer el clínico y las viviendas, lo que ya está hecho, pero hay que reasignar los cupos disponibles para cada actuación de las previstas. Esa energía eléctrica que se gana ahora para que el hospital pueda estar atendido habría que recuperarla de forma definitiva cuando se realice la segunda fase de urbanización de Loma Colmenar, cuyos trabajos podrían comenzar en febrero de este mismo año.

Y es que en Loma Colmenar además de lo que ya se ve, está previsto también, un polideportivo, más viviendas, la cárcel y un polígono industrial. Actuaciones todas ellas que motivan en gran parte la ampliación que está realizando Endesa.

Por el momento se trata tan sólo de reasignar potencias en la zona y resolver el problema de forma definitiva cuando se proceda a la segunda fase de urbanización. Pero hay otro problema a largo plazo.

Cuando Loma Colmenar sea una realidad completa con polideportivo y polígono industrial incluído, Lopera advierte que será necesario que se refuerce la red eléctrica por la que se lleva la potencia hasta la zona, unos trabajos que corresponden en gran parte a la Empresa del Alumbrado Eléctrico.