La Policía encuentra problemas en algunas barriadas para que se guarde estrictamente la cuarentena y pone las primeras sanciones por resistencia la autoridad, aunque de momento centra su trabajo en informar y avisar de la necesidad de guardar el confinamiento salvo fuerza mayor.

“Buah, si yo te contara. Mejor me callo”, resume un agente de la Policía Local. Han tenido problemas en Los Rosales —“hemos cerrado una churrería”— y en alguna otra barriada ese la periferia  y a alguno han tenido que avisarle “tres o cuatro veces”. Multas de momento pocas. El compromiso de la gente con el confinamiento es alto pero no es el deseable: “Hay poca gente en la calle pero tendría que haber mucha menos”, admite el agente.

Los ceutíes están cumpliendo “más o menos” las condiciones de aislamiento, explica cabeceando un agente de la Policía Nacional, que vigilan la cola de un céntrico supermercado para cerciorarse de que cumplen las distancias de seguridad entre clientes y el amor limitado del establecimiento. Como la Policía Local se han encontrado más problemas y más ciudadanos desobedientes en las barriadas de la periferia y han tenido que poner “unas pocas” multas, todas por resistencia ala autoridad, cuando ya no queda otro remedio, alegan.

El Real Decreto de activación del Estado de Alarma contempla solo 9 supuestos en los que se puede salir del domicilio y abandonar la cuarentena: comprar comida o medicamentos; acudir al trabajo o regresar de él al hogar; acudir al banco, ir a cuidar a personas mayores o dependientes, situaciones de fuerza mayor (pasear por ejemplo a un perro) y volver a casa quien estuviera fuera cuando se han dictado estas medidas, así como cualesquiera otra de fuerza mayor, siempre acreditable.

El Gobierno, según explicó el presidente Pedro Sánchez en su comparecencia, permite que los ciudadanos salgan de sus casas con una serie de "requisitos", entre los que no se contempla "irse a cenar a la casa de un amigo o el ocio". "No podrán ir a una terraza, a la montaña o a una estación de esquí", ha añadido el presidente, precisando que es aplicable tanto quien se haya trasladado a una segunda residencia como quien siga en su casa habitual.