Sanidad activa un programa de captura, esterilización y suelta de gatos callejeros

El consejero, este viernes, en rueda de prensa.

- El proyecto arranca con una experiencia piloto que se irá extendiendo por el resto de la ciudad a instancias "positivas", por el bienestar de los animales, o "negativas", por salubridad o molestias, de los vecinos

- Los técnicos calculan que en la ciudad hay unos 2.500 gatos viviendo en la vía pública y apuntan que este es el método más útil para controlar su población

- La Administración local se ha dotado de un Reglamento "modélico, proteccionista y avanzado" que exige sacar a los perros con correa y a los dueños de potencialmente peligrosos a seguir un curso

El consejero de Sanidad de la Ciudad Autónoma, Abdelhakim Abdeselam; la veterinaria municipal, Begoña Rodero; y la presidenta de la Plataforma Gatera de Barcelona, Agnes Dufau, han presentado este viernes el programa de captura, esterilización y suelta (CES, en sus siglas en español; TNR, en inglés) que la Administración local ha puesto en marcha como experimento piloto en un punto de Ceuta con más de 20 ejemplares que no se ha revelado para evitar que se convierta en punto de abandono de felinos.

La iniciativa viene a ser la guinda al Reglamento de tenencia, protección y bienestar de animales de compañía de Ceuta, un texto "modélico" que conjuga la normativa autonómica, nacional y europea vigente, que prohibe los collares con pinchos para perros, que obliga a los propietarios a sacarlos con correa (salvo en el Campo Exterior con control exhaustivo y los potencialmente peligrosos, que deben llevar bozal y sus dueños, acudir a un curso de formación).

Los técnicos calculan que en la ciudad viven actualmente "unos 2.500" gatos en las calles. A partir de ahora y progresivamente, según se vaya formando a voluntarios, ante cualquier denuncia "positiva" (para dar más bienestar a los animales) o negativa (por cuestiones de salubridad, molestias...) la Administración intentará llevar este programa al punto de queja.

Los tres comparecientes han subrayado que esterilizar a los gatos es "la única" solución exitosa para controlar su población en las calles, más que su eliminación, por cauces legales o ilegales.

Dufau se ha congratulado por haber encontrado en Ceuta a gente "muy involucrada y motivada" en el proyecto, que busca una "gestión ética y eficiente" de la población callejera de felinos a imagen y semejanza de lo que se ha hecho en Barcelona para conseguir "el bienestar de los felinos y una buena convivencia con la población".

Para que el proyecto triunfe será imprescindible dejar trabajar a los que saben. Que los alimentadores que sean acreditados como tales puedan hacer su labor sin que los vecinos dejen todo tipo de comida por las calles y que los propietarios no abandonen mascotas. En ese sentido, Dufau ha dejado caer un guante que no ha recogido, al menos de momento, el Gobierno local: financiar la castración de gatos antes de que tengan incluso su primera camada.

Sanciones

El Reglamento prevé la imposición de sanciones por entre 1.500 y 3.000 euros para aquellas personas que los abandonen, organicen peleas con ellos, depositen alimentos envenenados en espacios y lugares públicos o los empleen “para el entrenamiento de otros en la pelea o el ataque”. También tienen la consideración de infracciones muy graves actuaciones como “el maltrato de animales que les cause invalidez o muerte o deformidades graves” o “el uso de animales en fiestas y espectáculos en los que estos puedan ser objeto de daños, sufrimientos, tratamientos antinaturales, malos o tratos o en los que se pueda herir la sensibilidad del espectador”.

A multas de entre 751 y 1.499 euros se exponen quienes no mantengan a sus animales de compañía “en buenas condiciones higiénico-sanitarias”, no realicen las vacunaciones y tratamientos obligatorios o no les suministren la asistencia veterinaria necesaria. Imponer a un animal “un trabajo en el que el esuerzo supere su capacidad” o “la venta o donación de animales para la experimentación sin las oportunas autorizaciones” también son comportamientos tipificados como graves, idéntica categoría a la que se adscribe “la cría o comercialización de animales sin cumplir los requisitos correspondientes”.

“No facilitar a los animales la alimentación adecuada a sus necesidades” o venderlos “a menores de 16 años o incapacitados sin la autorización de quien tenga su patria potestad” acarreará las mismas multas.

Un escalón por debajo, como infracciones leves, se consideran actitudes tales como “no comunicar la pérdida de un animal” o “no evitar que agreda o cause cualquier incomodidad y molestia a personas, animales o daños a bienes ajenos”. En este tipo de comportamientos, para los que se estipulan sanciones económicas por entre 60 y 750 euros, entran también “mantener a los animales en lugares donde ocasiones molestias evidentes a los vecinos”, “manipularlos artificialmente para hacerlos atractivos como diversión y juguete para su venta”, “mantenerlos permanentemente atados o encadenados” o “permitir que ensucien las vías y espacios públicos”.