Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Jefatura Superior de Ceuta especializados en la detección y desarticulación de redes clandestina de inmigración ilegal han conseguido desarticular una que se dedicaba a introducir inmigrantes de origen subsaharianos en la ciudad autónoma a través de la frontera.
Los delicuentes contactaban con las posibles víctimas en Marruecos y les cobraban "una cantidad de dinero en función de la capacidad económica de cada uno". Según los investigadores, la cifra oscilaba entre los 500 y 4.500 euros por persona.
Para meterlos en la ciudad autónoma se valían de vehículos "que habían sido acondicionados para llevar perfectamente camuflado a los inmigrantes", por ejemplo bajo los asientos traseros, "si bien el riesgo para la salud de las victimas era evidente por el poco espacio del habitáculo y el tiempo que debían permanecer en él".
Según la Jefatura, que ha hecho alusión a "dos detenidos" en su comunicado a los medios de este jueves, "hace unos meses" ya se localizó a uno de los integrantes de la red, que responde a las iniciales N.H.A., natural y vecino de Ceuta de 24 años de edad, quien fue detenido y pasó a disposición judicial.