La unidad dedicada a la lucha contra las redes de inmigración de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Ceuta mantiene abierta una investigación sobre una trama dedicada al tráfico ilegal de inmigrantes que operaba "introduciéndolos en los contenedores de basura que son transportados a la Península a cambio de una cantidad económica que oscila entre 500 y 1.000 euros".

Según ha informado este viernes la Policía en un comunicado a los medios, la red separaba con gatos hidráulicos los contenedores de basura que los trabajadores de la Planta de Transferencia de Residuos pegaban a la pared precisamente para evitar que se introdujesen en ellos indocumentados.

Una vez conseguido esto, los inmigrantes podían acceder a las puertas de carga de las basuras y esconderse dentro, donde permanecían ocultos "con un grave riesgo para su salud e integridad física", pues según la Jefatura "además pasar muchas horas dentro de un espacio muy reducido respirando gases tóxicos podían llegar a sufrir importantes lesiones e incluso fallecer cuando en las operaciones de carga y descarga se tritura y comprime la basura".

La localización de víctimas de la red está resultando "dificultosa" porque los inmigrantes "reciben todo tipo de amenazas para que no colaboren".

A pesar de ello, después de "una compleja investigación", las indagaciones policiales han permitido detener a O. M., un ciudadano marroquí "con numerosos antecedentes por tráfico de drogas, robo con fuerza y estancia ilegal" al que se imputa un presunto delito de tráfico ilegal e inmigración clandestina de tres residentes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) local.

El arresto se produjo en mayo "después de que empleados de la Planta que se disponían a triturar basura oyeran voces procedentes de unos contenedores y acudieran en auxilio de los internos del CETI, evitando así su fallecimiento".

El detenido ha pasado a disposición judicial pero siguen abiertas las pesquisas "para la identificación y detención de otros implicados en la red".