Fiscal, acusación particular y 'polluelos' pactan una condena con multa por injurias sin vista oral


Fiscal, acusación particular y 'polluelos' pactan una condena con multa por injurias sin vista oral

- Las partes deberán ratificar este jueves con sus firmas ante el Juzgado la conformidad alcanzada, que hará perder a la chirigota definitivamente los premios que se le habían concedido en 2006

- Los carnavaleros tendrán que abonar una sanción económica de dos euros cada jornada durante diez días de acuerdo con lo previsto por la falta contemplada en el artículo 620 del Código Penal

Los integrantes de la chirigota 'Los polluelos con pelos en los güevos' que en 2006 se alzaron con el triunfo en el Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval (COAC) de Ceuta, el Ministerio Fiscal y la acusación particular (UDCE) deben ratificar este jueves con sus firmas ante el Juzgado de lo Penal número 2 de la ciudad autónoma una condena por conformidad para los primeros por una falta de injurias con sanción económica de un total de veinte euros por cabeza (a razón de dos cada jornada durante 10 días) de acuerdo con lo previsto en el artículo 620 del Código Penal, según el acuerdo alcanzado que fuentes judiciales han detallado a Ceutaldia.com.

De esta forma, el proceso comenzado hace más de cinco años no llegará a vista oral. Las acusaciones renuncian a sus peticiones de penas de cárcel y cuantiosas multas por los presuntos delitos contra los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas, contra los sentimientos religiosos y de injurias que inicialmente se imputaban a los carnavaleros y estos, además de ser condenados, se verán privados definitivamente de los premios a la mejor chirigota, mejor letra y mejor popurrí con que se habían alzado el 25 de febrero de 2006, tal y como decidió el Pleno que se haría si el resultado del juicio era contrario a los 'polluelos'.

Las partes han acordado dejar en su parte más baja la pena de multa "de diez a veinte días" que contempla el Código Penal para "los que causen a otro una amenaza, coacción, injuria o vejación injusta de carácter leve" por el popurrí de 2006, donde los imputados cantaban que "aquí hay becerros pa tener un sueldo diario", instaban a "dejar de ponernos ya condones/ que estamos ya igualadas las dos poblaciones" y decían: "Me han hecho aquí un cristo de caricatura/ que no se parece al mío ni en pintura/ y mi cultura no es locura/. Me fui directo al libro de naturales/ pa' ver si los 'turcos' son animales irracionales,/ vi que esta gente y los bovinos son iguales/ y me aclaró la duda: son sólo animales./ Antes de irme... '¡Qué mal lo hizo Hitler...!".

La Fiscalía estimaba en su calificación que con tales expresiones la chirigota "excedió" el derecho a la libre expresión "incluso en situaciones de especial permisividad" como el Carnaval con alusiones "despreciativas" hacia "las personas de una religión determinada, a los que asimila con animales irracionales". La acusación particular consideraba que sus referencias al colectivo musulmán eran evidentes al ir acompañadas de imitaciones de la llamada a la oración desde las mezquitas, por lo que entiende justificada la acusación de verter frases "xenófobas" e "incitadoras al odio entre las personas".

Los integrantes de 'Los Polluelos...' negaron desde un primer momento que su letra fuese "racista". El autor, Jorge Pérez, defendió cuando estalló la polémica que su crítica a Hitler no llevaba ningún doble sentido implícito y circunscribió su crítica "a los que han respondido con violencia a las caricaturas danesas", en ningún caso "a todos los musulmanes".

La acusación particular solicitaba inicialmente una pena de dos años de cárcel y el abono de miles de euros por parte de cada carnavalero por los presuntos delitos de injurias, contra los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas y contra los Sentimientos Religiosos. La Fiscalía, por su parte, solicita que cada chirigotero sea condenado a un año y medio de prisión más el pago de una multa de más de 7.000 euros por un supuesto delito de injurias con el matiz agravante de dirigirlas hacia un colectivo.

Fiscal, acusación particular y 'polluelos' pactan una condena con multa por injurias sin vista oral


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