“Han estado cavando una zanja por la zona en la que ha saltado estos días”, explica un vecino señalando dos excavadoras al otro lado de la valla, frente a la Finca Berrocal, junto a la guarnición militar que vigila el perímetro. Trabajos que se habrían realizado en la zona de la mezquita de Sidi Ibrahim, excavando para dificultar el acceso a la valla en los tramos más utilizados por los migrantes.

“No hay relajación en la vigilancia de Marruecos”, afirmaba tajante el ministro del Interior, Juan Antonio Zoido, tras un reciente encuentro con su homólogo marroquí. Palabras que se reafirman en las imágenes de ‘mehanis’ patrullando a caballo tomadas por Ceutaldia.com, y la presencia de excavadoras en los aledaños de Finca Berrocal y Sidi Ibrahim trabajando para dificultar el acceso a la valla fronteriza.

“Han estado cavando una zanja por la zona en la que ha saltado estos días”, explica un vecino señalando dos excavadoras al otro lado de la valla, frente a la Finca Berrocal, junto a la guarnición militar que vigila el perímetro. Trabajos que se habrían realizado en la zona de la mezquita de Sidi Ibrahim, excavando para dificultar el acceso a la valla en los tramos más utilizados por los migrantes subsaharianos en los últimos meses, la zona comprendida entre la antigua mezquita y Finca Berrocal. Un tramo de apenas dos kilómetros de los casi 9 de frontera que comparten España y Marruecos donde se repelió también el último intento de salto. Los vecinos de la zona no han detectado síntomas de relajación. “Hacen los relevos igual que siempre y ahora se les también a caballo”, explican.

Las dudas en torno a una posible “relajación” de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos que se suscitó después de que el Reino Alauí lanzara una ofensiva diplomática en la Unión Europea tras una sentencia de la Corte de Justicia comunitaria dejando fuera del acuerdo agrícola los productos del Sáhara Occidental. Una ofensiva que el ministro de Agricultura, Azxis Akhnnouc, resumió en una entrevista a la agencia EFE con un nítido aviso:  “Si no tenemos una respuesta clara a estas incertidumbres, es normal que demos la espalda y miremos a otro lado.¿Cómo queréis  que hagamos el trabajo de bloquear la emigración africana y hasta la marroquí si hoy Europa no quiere trabajar con nosotros? (…) ¿Por qué vamos a seguir haciendo de gendarmes? ¿Para exportar adónde? El problema de la emigración es muy costoso para Marruecos, y Europa debe apreciarlo en su justo valor”.

Pero, parece que pasada la tormenta, Marruecos ha vuelto a tomar su papel de ‘gendarme’. La madrugada del pasado martes, l Fuerzas Auxiliares se movilizaron para contener y repeler a los indocumentados, que ni siquiera pudieron aproximarse al doble vallado.