La frontera no podía faltar a su cita con el orden del día de la sesión de control de la acción del Gobierno en el Pleno ordinario de marzo de la Asamblea. La interpelación llegaba desde el único escaño de Ciudadanos que quería conocer el “peso” que otorga el Ejecutivo de Vivas al comercio “atípico”. Un concepto, “atípico” que se negó a aceptar el portavoz popular, Emilio Carreira, que quiso diferenciar entre el comercio fronterizo tradicional, “que es bueno que se potencie” y el comercio irregular que “ a todas luces es igual a contrabando”, un comercio que equivale a un “dumping comercial” para el que “van a poner todos los medios a su alcance para erradicarlo”.

Para Carreira, el origen del caos se encuentra en un “lobby de empresarios marroquíes” que han buscado un agujero legal para exportar los productos que quiere vetar Marruecos para proteger su tejido productivo. “No podemos confundir eso con las esencias de Ceuta”, subrayaba el portavoz que lamenta que “al albur del crecimiento de ese comercio, Ceuta se ha convertido en la plataforma perfecta para burlar al estado de Marruecos, por eso se paga lo que se paga a los porteadores y Tetuán ha cuadruplicado su población porque permite entrar en Ceuta sin visado, una situación creada por un lobby de potentes empresarios para burlar los intereses de su país y que ha colapsado Ceuta”.

Un panorama que obligará a Ceuta a una “reconversión” para buscar otras fórmulas de desarrollo lejos de los polígoos del Tarajal, sustituyendo el tejido de Ceuta adaptándolo a un turismo de ocio o aprovechar la atracción de Ceuta como lugar de paso.