varga caballas

Juan Luis Aróstegui, secretario general de CCOO

La irrupción de la extrema derecha en nuestro país, ha provocado una fuerte convulsión en todos los partidos del espectro político que se reclama más o menos conservador. La convicción de que el electorado de derechas ha decidido radicalizarse en determinadas cuestiones ( en especial en lo relativo a la inmigración y a la unidad nacional), ha desatado una impúdica puja pública por demostrar quién es más extremista. Los competidores no pierden oportunidad de hacer pronunciamientos cuanto más histriónico mejor añadiendo “dos huevos duros” a lo que diga su rival. Es tan patético como vomitivo. Los tres partidos de derechas de nuestra Ciudad han decidido participar de lleno en tan innoble concurso. Y así, cada uno se esmera en proponer la barbaridad más estruendosa. Pronto llegaremos a oír cómo se pide la pena de muerte para quien ose saltar la valla. Todo se andará.

En medio de esta vorágine, hoy se ha despachado el concejal anaranjado criticando que el Foro de la Educación de Ceuta analice la situación educativa de los menores migrantes. Su intención es que la ciudadanía perciba con claridad que su partido está contra los MENA y que este colectivo no merece la menor atención, si no es para procurar su expulsión inmediata y sin paliativos. Y ya de paso, arremete directamente contra mí. Alguien le debe haber soplado al oído que imite a Vivas, que atacar a Juan Luis Aróstegui puntúa alto en el baremo de la derecha. Para lograr esta segunda finalidad se ha permitió el lujo de convertir a los integrantes del Foro en una especie de ignorantes manipulables que yo manejo a mi antojo siguiendo mis intereses políticos. Recuerdo que allí están presentas: La Dirección Provincial del MEFP (Jefa de Programas y Jefe de Inspección), el Gobierno de la Ciudad (Consejero de Educación), representantes del profesorado  de la escuela pública (UGT, CCOO, CSIF y ANPE), de la escuela privada concertada, de  los sindicatos (CCOO y UGT), los empresarios (Confederación de Empresarios), representantes del personal de administración y servicios, de los centros de enseñanza privada, de las asociaciones de los padres y madres de alumno, de la Universidad de Granada y personas de reconocido prestigio en el ámbito de la enseñanza, además de su Presidente, también profesor universitario. Todos ellos, según el parecer del preclaro concejal, idiotas sin criterio que me hacen a mí el favor de votar mis propuestas nadie sabe por qué. Y luego se ofenden cuando se les tilda de mamarrachos.

El sentido de la responsabilidad, que desgraciadamente escasea en nuestra Ciudad, debería aconsejarnos a ser prudentes en la contienda política en el ámbito de la educación. Demasiadas dificultades tenemos ya como para desprestigiar los pocos instrumentos de los que disponemos para alzar la voz ante el Ministerio reclamando soluciones. No tenemos Consejo Escolar, pero al menos en el Foro (aunque de manera infamemente precaria) intentamos aportar  idea y propuestas en positivo. Pero es que además, cualquier persona que no sea un mamarracho, se preocupa de estar suficientemente bien informado sobre la materia que va a tratar antes de hacer un pronunciamiento público. Haré un somero repaso de  los asuntos tratados en el Foro más recientemente. Dejará al margen los temas ya recurrentes tales como la solicitud de un Plan Urgente de Construcciones Escolares, los aumentos de plantillas o la incidencia de la LOMCE en nuestra Ciudad. Hemos debatido sobre acoso escolar en nuestros centros (se está elaborando en estos momentos un estudio al respecto); hemos analizado la oferta de Formación Profesional; debatimos sobre idoneidad pedagógica  de los “deberes”;  hemos reflexionado sobre  la política de escolarización (baremos, áreas de influencia,  etc); hemos estudiado la supresión de la convocatoria de septiembre y realización de los exámenes de recuperación en junio; sobre la necesidad introducir metodologías más innovadora en los centros. Y sí, también sobre la respuesta educativa que se ofrece a los alumnos migrantes. Porque aunque a las mentes enfermas les cueste entenderlo, todos los niños y niñas tiene derecho a la educación.