“Que sea un mercadillo como en cualquier ciudad de España, no inventamos nada: motivos navideños, artesanía, productos alimenticios artesanales, que no generen competencia desleal y sobre todo que no parezca un zoco”, resume Ernesto Valero, del Centro Comercial Abierto.
“El turista llega a un centro de la ciudad que está precioso, que el Gobierno lo tiene muy limpio eso hay que agradecerlo, con un comercio de nivel y luego el turista llega a La Marina y se encuentra ese mercadillo”, lamenta Juan Torres, del Centro Comercial Abierto, que no se esconde para hacer las críticas. A su lado estaba Rafael Montero, gerente de Servicios Turísticos y ex compañero de Valero y Torres en la Confederación de Empresarios, que confesó que confesó que, “por deformación profesional”, con una familia dedicada al comercio, “entiende” a los empresarios y también echa de menos una mejor imagen y más ambiente navideño en el mercadillo.