Aunque en el próximo año el 2 de septiembre será festivo por ser, recuerdan, “el día de todos los y las ceutíes”, “el día común”.no es habitual que sea festivo, lo que ha ido devaluando la celebración, lamentan los de Javier Varga: “¿En qué ha consistido rutinariamente la celebración? Un denominado acto institucional, discursos y medallas, resume la fiesta y llena el día. Y poco más”. Una falta de conexión con la calle que ha provocado, argumentan, “que sea un día poco sentido y con nula repercusión en nuestra sociedad. Un día hueco. Un día prescindible”.
Una falta de “realce” que tiene arreglo, considera Ciudadanos alentando al Gobierno a replantearse la celebración: “Tenemos once meses por delante para cambiarlo. El Gobierno de la Ciudad tiene los medios para hacerlo. Es importante subrayar lo que nos une y potenciar lo que nos identifica como Ciudad y como sociedad”.
Un realce para el que hacen algunas propuestas generales que pasarían por “una agenda festiva, deportiva y cultural que tenga presencia en puntos diversos de la Ciudad; unas relaciones institucionales de altura que evidencien la unión y la solidaridad; una movilización de la sociedad ceutí que sea ejemplo y estímulo de participación”.