El tráfico fronterizo está casi completamente colapsado este viernes desde media tarde en dirección a Marruecos con colas que se extienden sin casi avance desde la rotonda del Tarajal hasta la pasarela de Juan XXIII, donde la Policía Local se encarga de desviar a los vehículos por otras vías.
En el resto de cruces de la Carretera Nueva, la Guardia Civil intenta con no pocas dificultades mantener operativos los accesos de las carreteras del Hospital y los polígonos.
Fuentes policiales han atribuido el atasco a la acumulación de 'coches-patera' que acceden a Ceuta durante las jornadas del viernes y el sábado, cuando los filtros de entrada se relajan para no perjudicar la entrada de turistas, y se quedan en la ciudad hasta el lunes para volver a Marruecos.
Esos "cientos" de coches ralentizan el tránsito por la aduana marroquí, habitualmente reacia a facilitar el paso de automóviles cargados de mercancías, y la congestión se extiende progresivamente hacia Ceuta.