Sones de jazz en cada esquina y los ritmos más machacones de algunos djs en otros puntos, la banda de música desfilando por la principal arteria comercial de Ceuta, calle arriba y calle abajo, tirando del repertorio más animado, gigantes envueltos en mariposas y caballitos de mar iluminados, cientos de personas entre miles tirando de móvil para inmortalizar el momento y compartirlo en redes sociales –¿quién eres si no lo compartes?–, el baile de las bolsas llenas entre el gentío y clanc de las cajas registradoras… Bienvenidos a otra edición más de la Noche en Blanco de Ceuta.

La iniciativa estaba ya consolidada y no parece sufrir demasiado con el cambio de fecha. El año pasado se mudó desde el corazón de la campaña navideña a este primer viernes de octubre con la idea de impulsar las ventas en una fecha en la que habitualmente las cajas de los comercios respiraban sin la fiebre consumidora de Papá Noel y Reyes. Y a juzgar por la imagen de las tiendas llenas después de las 21 horas y de los mensajes que han hecho llegar al presidente de la Cámara de Comercio –ente impulsor de la iniciativa–, Karim Buláix, los verdaderos protagonistas, los comerciantes, la idea sigue funcionando bien.

La satisfacción es generalizada. “Un empujón para este mes”, refiere Buláix citando uno de los mensajes y refiriendo “felicitaciones” y mensajes como los que salen del muro en la fórmula uno al piloto ganador: “Buen trabajo”.

En una ciudad tan necesitada de iniciativas dinamizadoras parece un acierto consolidar las que se sabe que funcionan, y la Noche en Blanco parece una de ellas, a juzgar por las valoraciones en caliente de esta noche de viernes, la guinda a toda una semana dedicada a impulsar las compras y animar el comercio un mes y medio antes de que la Navidad lo inunde todo.

La guinda a una semana de desfiles, jornadas y pasacalles por doquier, pero no la última iniciativa. Este sábado por la mañana Hadú saca el stock a liquidación para sumarse a la fiesta. Ahora falta que el lunes los bancos no pongan reparos a aceptar el dinero de las cajas registradoras.