Javier Amieva

(a Mariano Díaz Mesa)

Te nos has ido y lo has hecho a tu manera. Con la liga del Barcelona en el bolsillo y habiendo aguantado las fiestas con tu rubia y con tu niña. Y es que una de tus virtudes es esa: no hacer ruido. De nada sirve entrar como un elefante en una cacharrería en cualquier ámbito de la vida, las personas como tú destacan  aún siendo silenciosas, aún no  teniendo más ambición de trabajar por lo que creen. Eres muy grande y por eso tantos hemos ido a despedirte.

Verte por la calle suponía cruzar de acera para saludarte, y sin encartaba, hablar del sexo de los ángeles, por muchas prisas que se pudieran tener. Y es que tenías una manera muy especial de tratar a las personas y mostrarnos tu cariño: a José que volviese que el partido estaba hecho unos zorros, a tu “Felipe” y a tu Noelia que volviesen pronto a Ceuta, a Maruchi que con tanto viaje parecía Willy Fogg, a Juan siempre le preguntabas que cuándo nos volvía a hacer una paella, a Afriquita siempre gastándole bromas, a Merche que cada día estaba más guapa, a Ilias que iba a ser el nuevo Abdelkrim, a Sergio que se echase una novia (y a tu Sandri ídem de lo mismo), a Nuria que estaba muy delgada, a  Adri que no se excediera con la comida aunque si le faltaba algo rebuscabas calderilla para que bajase a comprar un liberti de chopped Erika, a Pablo siempre preguntándole por el griego, a Mayda por Omar o a Alicia por Alma… A Carlos y a mí ya nos dabas bastante con el Madrid y con lo poco que te gusta Isco. 

Tengo claro que si existe un cielo seguro que se ha hecho para personas como tú. Te imagino en una sede allí dónde estés con tu chaquetón del Ceutí y una bolsa de chucherías al lado de tu ordenador, esperando a que sea la hora para coger tu montillo e ir a ver a tu Auxi, mientras te cuentas chistes malos con Justo Cerdeira que estará, a buen seguro, haciendo “Cuartel General” (espero que allí tengamos posibilidades porque lo que es aquí…). 

Dicen que los amigos son esos familiares que se eligen… ¡Qué suerte que nos eligieras!

Gracias por ser parte de mi vida.

PD. Si ves por allí a mi madre dale un beso muy grande.