La exvicepresidenta segunda de la Asamblea de Ceuta, Mayda Daoud, ha concedido su primera entrevista tras su retirada de la política a la web de periodismo contra el odio 'Salam Plan'. En ella aborda la última polémica generada en Ceuta a raíz de los mensajes de WhatsApp en los que supuestamente miembros de la cúpula de Vox arremetían contra los "moros", el Islam y la "mierda de Ceuta de las Cuatro Culturas".

Desde su punto de vista "es un populismo barato que se cuece. Los mensajes de ese grupo de WhatsApp han sido terroríficos, pero no me han sorprendido (…). Vox de alguna forma se nutre de esos mensajes, de esas ideas. Han sido un poco más suaves en las elecciones autonómicas pasadas, han tenido su discurso islamófobo y supremacista, pero con un tono más suave, sin llegar a lo que hemos leído estos días”.

Sobre el archivo de la causa de los WhatsApp, recurrido tanto por la Fiscalía como por el MDyC, ha opinado que "si la Justicia ha determinado que esos mensajes no incitan al odio, es porque a lo mejor la interpretación de incitar al odio la tienen de una forma que no la tenemos los que la sufrimos en primera persona”. Daoud considera que en Ceuta “ha fallado el hecho de entender la convivencia como coexistencia” sin más y señala al mismo tiempo a “esas mentes supremacistas, que lo que hacen es utilizar como arma arrojadiza el miedo a la islamización de la ciudad”.

“Si no combatimos el odio con la palabra, vamos a vivir de mal en peor”, teme la socialista sobre el futuro de la ciudad en una entrevista en la que también habla sobre la islamofobia que sufren los jóvenes musulmanes en toda España y lamenta, por ejemplo, cómo fue cuestionada tanto cuando decidió llevar velo como cuando decidió dejar de llevarlo.

“Ya es hora de que las mujeres podamos salir libremente a la calle con lo que queramos, sin que nos tengan que objetar qué llevamos: que si la falda es demasiado corta o que si el hiyab nos tapa demasiado la cabeza y no se nos ve”, señala Daoud, quien subraya que el Islam no está reñido con el feminismo.

Tras salir de la primera línea de la política asegura que ahora dedicará su tiempo a retomar sus estudios de Filología Hispánica y a su familia, especialmente a su hijo de seis años, Omar. “Tocaba poner un punto y aparte a una época muy intensa, muy bonita, pero con muchos altibajos, como todo en la vida. Y entre esos altibajos estaba el no estar con las personas a las que quiero, el no dedicarles el tiempo suficiente a mí y a mi hijo, principalmente”, ha reconocido.