casado aznar
Casado, con Aznar.

Javier Ángel Díez Nieto

Bien…es bueno que el nuevo presidente del Partido Popular nos visite, aunque solo sea para sacarse una foto apoyando a los vejados y asaltados centinelas de nuestra frontera. Esto es bueno, porque otros han venido para lo contrario y yo ya lo he dicho muchas veces: “Quienes defienden a los que atacan a sus centinelas triturándolos, son simplemente gente derrotada y mediocre llena de un buenísmo imperante que acabara incluso con ellos mismos”. Porque este buenismo olvida que son las vigencias intelectuales, estéticas, religiosas, morales, económicas y técnicas, las características de la vida colectiva que nos dimos en Europa y que nos integran a todos en ella. Por eso, la falta de integración de estos nuevos invasores está consiguiendo que la unión europea empiece a quebrarse. Si no creen en esto, piensen… por qué empezó la voz de la ruptura del Brexi inglés o de las decisiones italianas, griegas o de Malta, sin contar con las de Hungría y poco a poco las de Austria y de Alemania, todas ellas enfrentándose a la inmigración sin control.

Y a mí me gustaría que Pablo Casado, supiera y conociera, lo que en nuestra ciudad pequeña en territorio, con una gran densidad demográfica y que además es la frontera sur de Europa, estamos sufriendo, llenado un vaso de amarga esperanza. Amargos sentimientos estos, que son muy difíciles de ver desde la distancia. Porque nuestra situación geográfica nos está haciendo cada día más y… más… vulnerable a la invasión de una inmigración incontrolada y violenta, como estos últimos días han demostrado los más de 600 inmigrantes que agresivamente la han asaltado con logística militar, utilizando cal viva, cocteles molotov, excrementos y otras armas caseras, quemando nuestra casa.

Por eso es bueno que venga el presidente del Partido Popular y… que vea y…que mire y…que aprenda, sacando sus propias conclusiones para poder opinar, argumentar y defender la necesidad de defensa que nuestra ciudad precisa. Porque debe saber que por encima de todo debe existir una convicción profunda de que nuestra ciudad debe subsistir, dentro de la nación española, como última y superior forma histórica de nuestra colectividad incardinada en España y en Europa. Que no expriman más los miedos que nos devoran. Y que vea, mire y… comprenda las condiciones en las que nuestros centinelas…que lo son de todos nosotros…es decir… de lo que los miembros de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad están sufriendo, y… que vea y sepa…que están solos e indefensos ante los ataques violentos de aquellos que se arrojan salvajemente sobre nuestro bienestar. Indefensión…acentuada por la falta de comprensión, de medios materiales y humanos que actualmente sufren.

Porque… no nos engañemos…la mayoría de los medios de comunicación solo se han preocupado de la asistencia a los invasores, nunca de los impotentes heridos, derrotados y decepcionados como lo fueron nuestros centinelas. Aquí sería bueno recordar a Homero en su Odisea cuando refiriéndose a ellos decía… ¿Quiénes sois, forasteros? ¿De dónde venís, surcando el mar?/ ¿Os guía algún fin o erráis sin oriente, como los piratas/ que vagabundean en el mar, exponiendo sus almas al peligro/ llevando desdichas a los hombres? Pero en fin… estas supongo… que son cosas de otros tiempos que nuestros actualmente buenistas ignoran. Y también ignoran que ahora la súbdita aproximación de los pueblos y costumbres comporta grandes riesgos para todos. Pero esto… los buenistas…es decir… esos elementales grupos sociales irreflexivos e irresponsables, lo único que nos ofrecen e imponen es…”la indefensión social”… ante su idea absoluta de una globalización salvaje, apoyada solamente en la idílica idea de una nueva arcadia llena de corazones puros, que plenos de infinita bondad y sin ninguna reflexión a todo aquello que ellos consideran adverso al bello futuro que sueñan, creyendo que todos somos ángeles buenos.

Por eso, es bueno, que el nuevo presidente del Partido Popular y posiblemente…próximo presidente de gobierno nacional, nos visite, mire, conozca y…que reflexionando… sepa lo que esta ciudad está aguantando y sufriendo con esas políticas buenistas que Europa asume como propias para los pobres países del sur. Y que comprenda, como actualmente en nuestra casa…Ceuta… estamos asistiendo no a pueblos en marcha, sino a avezada y organizada gente urbana que buscan simplemente servicios y bienestares que en sus países no alcanzan. Y esto también es legítimo para ellos, porque también es legítimo salir de las zonas donde la vida es dura y amarga. Pero aunque ancha es la piel de toro española, su llegada debe ser de forma ordenada, regulada, legal y pacífica, nunca con la agresividad, como actualmente se está produciendo.

Pero aun así y a pesar de ese acido sordo que el buenismo nos ofrece, nosotros no debemos cerrar los ojos a aquello que destruirá lo que en Europa con mucho esfuerzo y sacrificio, hemos conseguido. Por eso es necesario regular de forma eficaz, de forma enérgica y ágil nuestra frontera, si queremos mantener nuestra sociedad Europea como un claro futuro de ideales a realizar. Aspecto este último que nunca lo conseguiremos con simples y buenistas palabras vacías que no satisfacen a nadie, ya que estos asaltos están debilitando los cimientos que crearon la sociedad europea. Porque de ello depende la subsistencia de la forma de vida, que la ciudadanía europea tal como la conocemos conseguimos con tanto esfuerzo y que queremos que siga.

Así que…y de esta manera… es bueno que venga Pablo Casado, que mire, que vea, que hable y sobre todo que entienda, reflexione y comprenda, lo que está pasando en nuestra casa y lo que sufren sus centinelas. Y que nuestro corazón está en esta lucha de solucionar el problema.