turegano mohamed v
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Enrique Roviralta, presidente del Colegio de Médicos de Ceuta

Hace unos días nos ha dejado el Dr. Alfonso Turégano Criado, una institución de la Medicina local e internacional. El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Ceuta, al que el Dr. Turégano pertenecía, quiere rendirle un  homenaje a su figura, sabiendo lo sumamente difícil que es resumir en un artículo su importante obra a lo largo de su dilatada vida. Hemos intentado resumir su biografía para que sea conocida por la ciudadanía y por ello debemos agradecer a su hijo, el Dr. Francisco Turégano,   jefe de Cirugía de Urgencia del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, quien nos ha facilitado un documento autobiográfico del que hemos extraído algunas frases de un manuscrito de su padre D. Alfonso.

El Dr. Alfonso Turégano Criado nació en Cáceres el 10 de Enero de 1925. Estudió Medicina en Madrid, en la antigua Facultad de San Carlos. Se especializó en Neurología y Psiquiatría, que por entonces se denominaba Neuropsiquiatría. En 1950 cumple el servicio militar en la capital del antiguo protectorado español, como soldado especialista en Neuro-Psiquiatría en el Hospital Militar Gómez Ulla de Tetuán, ejerciendo posteriormente como médico jefe del “Servicio de presos y dementes” de dicho hospital. Allí se interesa por el estado de la psiquiatría civil del antiguo Protectorado, donde tras visitar el manicomio de Sidi Frich en Tetuán, en sus propias palabras describió: “…..aún conservo en mi retina la escena dantesca. Semidesnudos o desnudos, con gruesas cadenas o anillas de hierro en cuello y tobillos, los internos permanecían en celdas de 1,60 x 60cm, sujetos al muro por una argolla hasta que Dios quisiera liberarlos o cediera su cuadro de agitación….”, “…..buenos y humanos guardianes se lamentaban de la situación pero se veían impotentes para solucionarla y tenían miedo a dejarlos libres por su posible agresividad o fuga….”. Consiguió recursos económicos y humanos suficientes para transformarlo en el Hospital Psiquiátrico de Sidi Frich, donde recuerda que: “…..duró la transformación aproximadamente dos años, siendo este tiempo aprovechado para tratar enfermos, aplicando los métodos biológicos entonces existentes (electro-shock, electro-narcosis, curas de Sakel con insulina), así como los primeros fármacos psicoactivos del mercado (neurolépticos, ansiolíticos, timolépticos), tanto en régimen hospitalario como ambulatorio. El resultado fue espectacular. El pueblo no podía creer cómo un buhali (“loco”), en intenso estado de agitación psicomotriz, que agredía a veces sin causa justificada, hablaba de forma ininteligible y se desnudaba sin pudor, ingresara en Sidi-Frich y una semana después trabajara en un taller ocupacional. Yo me preocupaba de sacar provecho de esta situación de asombro y trabajábamos a puertas abiertas, permitiendo la entrada de familiares y amigos, y realizando todos los tratamientos ambulatorios posibles. El trabajo nos desbordaba, al acudir enfermos de todas las regiones del país, formar personal especializado, y “pelearme” con la Administración, siempre con limitaciones económicas……”.

En Mayo de 1954 es nombrado Jefe de los Servicios Psiquiátricos de la Zona del Protectorado de España en Marruecos, ejerciendo dicha jefatura como Director del Dispensario de Higiene Mental y del Manicomio de Tetuán. En 1956 Marruecos alcanza la independencia y 3 años después es contratado por el gobierno marroquí. en virtud del Convenio Hispano-Marroquí de Asistencia Técnica. Simultaneó la dirección de la consulta y sala de Psiquiatría del Hospital Militar Gómez Ulla de Tetuán, después denominado Hospital Español de Tetuán, con la Dirección del recientemente creado Hospital Psiquiátrico de Tetuán, de titularidad marroquí. De este nuevo centro afirmó que: “….la creación de este último hospital fue fruto de la petición de traslado del hospital psiquiátrico de Sidi-Frich, que había quedado obsoleto e insuficiente, al cuartel de Regulares número 1 de Tetuán, conocido por Mallorca, situado en la barriada del Yebel Dersa y que estaba desocupado por traslado del regimiento a Ceuta. Teníamos la posibilidad de ampliación a seiscientas camas, terrenos para jardinería y talleres ocupacionales, multibloque, posibilidades de construir nuevos pabellones y dar, en fin, una asistencia psiquiátrica de mejor calidad y más proyección social.”…..” con la ayuda del Gobernador de Tetuán, el animoso, inteligente y querido amigo Hossain Layasi, que tanto bien hizo a la ciudad, así como la Delegación de Sanidad de Tetuán, que nos cedió personal de mantenimiento de la provincia. Con ellos, nuestros enfermos, el Gobierno de la provincia y las donaciones en cemento y material de construcción facilitados por la generosidad de numerosas y nobles familias tetuaníes, terminamos un bonito pabellón con 60 camas……”.Posteriormente: “…..el Dr Fadel Ben-Yaich, tetuaní de cepa, de gloriosa memoria y entrañable amigo, médico personal de S. M. Hassan II, se interesa por el centro y por sus necesidades y consigo animarlo a un nuevo proyecto: la creación de una colonia psiquiátrica en Sidi Ali Harazem, en la kábila de Melusa, de la región de Anyera, para enfermos crónicos fuertemente estereotipados y des-socializados. Si conseguíamos hacerlos trabajar en faenas agrícolas, todos ellos procedentes del medio rural, dábamos el primer paso para una posible reinserción social y familiar. Se construyó rápidamente el hospital en la proximidad del santuario, con 50 camas y bien dotado de personal y material..…..”, “…..creo que hicimos una operativa granja agrícola con el trabajo de los enfermos, incentivados con un quehacer y visitas familiares frecuentes que llenaban su vida de un contenido que les permitió a muchos volver a sus hogares…..”.

Continuó su vida profesional compaginando su actividad hospitalaria con el ejercicio profesional libre, creando una Unidad de Psiquiatría en el Hospital Civil de Sania-Ramel, en Tetuán, y también tuvo contacto profesional frecuente con la ciudad de Tánger, donde atendía instituciones psiquiátricas que él ayudó a crear. Fue el último funcionario español al servicio del Gobierno Marroquí en virtud del Convenio de Asistencia Técnica.

En definitiva, fue el artífice e impulsor de la implantación de una Psiquiatría moderna y humanizada, primero en el Protectorado y después en el Reino de Marruecos de aquel entonces. 

Mantuvo una extraordinaria relación humana y profesional con la familia real de Marruecos, con una estima y respeto mutuo, aunque siempre sostuvo esta relación en la discreción y la intimidad de sus recuerdos.

En 1977 retorna a Ceuta como Director del Centro de Diagnóstico y Orientación Terapéutica del Centro de Higiene de Ceuta, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de la  Cruz Roja y  desempeñó  la plaza de Neuro-psiquiatra en el ambulatorio “José Lafont”.

Compaginó su actividad asistencial pública y privada con la docente como profesor de Psicología, Psicopatología y Psiquiatría de la Escuela Universitaria de Enfermería de Ceuta durante 25 años se jubilándose en 1995, enseñando a numerosas promociones de Enfermería.

A pesar de no ser amigo de reconocimientos públicos, entre las muchas distinciones que recibió durante su dilatada vida profesional al servicio de los demás apreciaba mucho la de Miembro de Honor de la Asociación “Hanane” protectora de niños disminuidos psíquicos y niños afectados de poliomielitis el 8 de agosto de 1971. 

El 4 de agosto de 2003 le fue concedida en Madrid la Orden Civil de Sanidad en la categoría de Encomienda, con tratamiento de Ilustrísimo Señor.

En Ceuta  se le otorgó el Diploma con distinción aúrea de la Dirección Territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), el 26 de Noviembre de 2015. El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Ceuta le honró con un reconocimiento oficial a su labor clínica y humana en el ámbito local e internacional el 16 de Junio de 2017, pocas semanas antes de su fallecimiento.

 De D. Alfonso podemos decir que fue un excelente profesional, avanzado en su época y destacado en su especialidad, mejor humanista, intelectual, pero ante todo ejemplar esposo y padre, de Alfonso, Fernando, Pilar y Maria Luz, de gran calidad humana y orgulloso caballa.

Los que le conocían echarán de menos verlo paseando junto a su inseparable esposa Pilar, por la ciudad que tanto amaba. Con el fallecimiento del Dr. Alfonso Turégano Criado se ha ido una parte de la Historia viva de la Medicina, una Institución y una Figura irremplazable. En resumen, un gran Médico que siempre será recordado por sus familiares, amigos, compañeros y pacientes.

DESCANSE EN PAZ