Y el riesgo es evidente, avisa el propio pliego de condiciones, “por haber presencia de desprendimientos de cantos de forjado procedentes de las cornisas antes referidas, en las gradas del patio de recreo y zonas aledañas”. Fue la dirección del CEIP quien solicitó, de forma verbal, el arreglo urgente “comprobándose que el desprendimiento de las referidas cornisas se estaba produciendo en lugar habitual de paso y recreo de los alumnos”.
La empresa adjudicataria del contrato deberá contar con dos equipos completos de obreros, e incluso con con operarios de apoyo comunes para el trasiego y acopio de materiales. Un despliegue de recursos humanos que, explica el pliego, “se corresponde con la premura que deben realizarse la obras, al tener que ejecutarse durante el periodo estival no lectivo, debiendo tener la Contrata la precaución del encargo de los materiales no disponibles en la Ciudad con la suficiente antelación, para evitar que su falta ocasione retrasos en la ejecución y como consecuencia, la entrega de la obra, ya que la zona deberá estar operativa antes que comience el próximo curso escolar”.
Premuras y condiciones que carecen de sentido pues las obras, con un plazo de ejecución de 15 días, se iniciarán ya con el curso escolar a pleno rendimiento. El proyecto tienen un presupuesto base de 11.155 euros.