Javier Ángel Díez Nieto

Sin duda todos estos señores se han apuntado a este extraño baile: Pedro Sánchez, Torra y todos los demás independentistas. Y por ello, entre los insultos a sotto voce que corrían entre ellos, no sabían si llorar o bailar y decidieron inaugurar un baile. Pero para darle oficialidad decidieron nombrar a alguien que dirigiera sus agiles pasos en la nueva pista de baile que ellos construían con sus exigencias y cesiones. Y así, de esta manera que no de otra, nombraron a un relator. Palabra equivoca, que lo mismo designa a alguien que como notario cuenta todo lo que pasa, es decir un delator, más vulgarmente llamado chivato o un mediador, persona con poder de arbitraje decide quién tiene razón. Vamos una figura en todo caso que denigra a democracia española.

Pero, el sanchismo imperante, capaz de cualquier cosa con tal de mantener su espléndido y enorme culo en el sillón de la presidencia, decidió mantener de igual a igual una mesa de negociación con una autonomía, que al parecer toda su existencia como región ha estado bajo la represión histórica de diferentes dictadores nacionales que lo único que han buscado ha sido solo su aniquilación. Es decir sufridores que nunca participaron de la existencia de una nación milenaria como lo es España, y que siempre han sido sometidos y explotados por todos los españoles… ¡En fin…una víctima histórica de todos los tiempos nacionales! Pero bueno… al fin han conseguido gracias a Pedro Sánchez…no al socialismo español que es otra cosa mucho más importante, ser reconocidos de igual a igual con el opresor gobierno nacional y por ello han creado esta extraña pista de baile de piedras y huevos.

Y es una pista extraña, porque solo bailaran piedras con huevos. Las piedras las ponen los independentistas, los huevos el sanchismo y no deben ser pocos los que deben poner porque un mal paso de baile solo hará que la piedra casque el huevo más cercano. Pero esto es lo de menos en la cabeza de Pedro… ¡Él tiene muchos huevos más! Y así todos están dispuestos a bailar esa música infernal de huevos y piedras donde solo ganara los que aguanten más o tengan más huevos que piedras.

Hasta aquí todo perfecto, la música ya estaba contratada y el baile iba a comenzar. El problema que es que en dicho baile se han apuntado muchos más bailarines que no se esperaban, y estos no solo ponen huevos, sino también piedras vestidas de dignidad y unidas, llenas de afiladas puntas que dicen… ¡Hasta aquí hemos llegado y nada más! Porque dentro de estas nuevas piedras caben toda la historia de una nación que junta nunca se dejó traicionar y que segura de su realidad jamás se dejara arrinconar. .

Dentro de poco se celebraran grandes asambleas en todas las ciudades para proceder al reparto de sillones en las autonomías españolas. En todas ellas habrá partidos viejos que siempre fueron viejos, otros jóvenes que siempre fueron jóvenes. Y a esas asambleas acudirán todos los ciudadanos con fe en sus promesas que trayendo su voto en la mano darán su decisión, porque la administración de sus ciudades dependerá de quien o quienes se repartirán los sillones. Sillones que por cierto no son la recompensa a ningún esfuerzo, sino, muy al contrario, solo son una temporal gracia otorgada.

Estos son sin duda días de bailes entre las piedras y los huevos que no dejan de ser interesantes. Así que a ver… ¿Quién tiene más huevos? Este domingo en la plaza madrileña de Colón se sabrá el resultado del baile de los huevos y las piedras. Aunque lo que más me preocupa es saber cuándo en mi ciudad empezara el baile de piedras y huevos y sobre todo quien va a poner los huevos.