Los padecimientos de los inquilinos de las 317 viviendas públicas de Loma Colmenar están cerca de comenzar a remitir, al menos los actuales padecimientos. Tal y como ha explicado el titular de Fomento, Néstor García, Emvicesa tiene resuelto ya el nuevo concurso para el mantenimiento de las viviendas, que han presentado un sin fin de reclamaciones a su casera, Emvicesa, en los últimos meses. Tantos que agotaron el presupuesto establecido en el contrato vigente para el mantenimiento, según ha reconocido el propio García.

“era un goteo constante en Emvicesa de reclamaciones. Reconozco que empezar el día con agua fría es empezarlo ya mal”, ha reconocido García al hilo de la última denuncia pública sobre el asunto cursada por el MDyC que señalaba que muchas viviendas carecían de agua caliente por averías en el sistema de placas solares.

Si bien García ha defendido la actuación del Ejecutivo, calificando la situación de “sobrevenida”. La partida para las reparaciones se agotó por las muchas deficiencias que han ido encontrándose en las viviendas recién entregadas, en una promoción que estuvo cerca de dos años finalizada y cerrada sin que se entregaran las viviendas.

Agotado el dinero, el Gobierno se puso manos a la obra, primero rescindió el contrato de mutuo acuerdo con la empresa que lo prestaba, Construcciones Pérez Aragón, buscó y encontró dinero en Hacienda para un nuevo concurso y lo licitó. Lo volvió a ganar Pérez Aragón, la única que se presentó. Tan sólo quedan los últimos trámites para formalizar el contrato y que la empresa pueda entrar en las viviendas a proceder a las reparaciones.

En el camino, el Gobierno ha tirado de Obimace para algunas intervenciones, tales como pintado, fontanería, seguridad, puertas de los garajes, etcétera.