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Francisco Javier Amieva Ortiz.

Francisco Javier Amieva Ortiz

A la atención de la CER,

Una de las reglas no escritas entre miembros del Partido Socialista es llamarnos entre nosotros compañeros y compañeras, no como gesto de compadre sino como muestra de respeto y compartir una labor común. Además el códigco que solemos utilizar es tratarnos de “tú” y no de “usted” como muestra que no existe verticalidad dentro del partido, cuestión que aclaro porque algún que otro rebotado de otro partido, miembro de una empresa x o familiar de fulano de tal vez lo desconozco a pesar de ostentar un cargo en la actualidad, y lo hago a modo de justificación relativa al porqué “ustedearles” en esta misiva, pues como comprenderán ni les considero dignos del título de “compañeros o compañeras” y ni mucho menos les considero socialistas y a los hechos que voy a exponer a continuación me remito.

Matilde Fernández siempre ha afirmado que “para ser socialista hay que ser, antes, buena persona” de seguir con esa lógica sería muy sencillo deducir que el actual Secretario General del PSOE de Ceuta no es ni lo uno ni lo otro pues de nada valen las palabras si no van acompañadas de hechos.

Les pongo en situación. Recientemente se ha celebrado el décimo primer Congreso Regional Ordinario del Partido Socialista de Ceuta, un cónclave no exento de irregularidades incluso antes de haber comenzado a celebrarse debido al hinchazón aplicado al censo con la entrada de multitud de miembros de una determinada empresa, vaya usted a saber a cambio de qué, y en el que se le coartó la posibilidad de participar como candidato al compañero Enrique Moya Cano a pesar de que éste hubiese presentado en tiempo y forma su documentación para así serlo. Una vez celebrado el esperpento se consuma aún más dado que a su finalización observamos como Hernández o Mas copan de familiares directos exentos de cualquier tipo de perfil y capacidad política a sus familiares directos o caen en el ridículo como es el caso del fichaje fallido de un militante de UPyD Ceuta al que le nombran sin su consentimiento, nada más y nada de menos que para ser el encargado de llevar a cabo las políticas sanitarias, cuestión que no es ajena a la prensa y programas de humor nacionales, y que nos presenta en sociedad como un hazmerreír sin falta de razón.

Por mi personalidad suelo ironizar mucho con todo este tipo de cuestiones, quizás como mecanismo de defensa pues ante la diatriba de reír o llorar siempre me quedo con lo primero. Además, considero que el humor es el mejor remedio contra la inutilidad. Ya digo, tendría gracia de no ser porque se hace daño a mi partido y como leerán en las próximas líneas, a compañeros y compañeras muy capacitados.

Esta semana Hernández ha prescindido de los que hasta el día de hoy le han sacado las castañas del fuego, Sergio y Alicia. El primero dedicado a la labor de asesoramiento del Grupo Parlamentario Socialista y que sin él muchas iniciativas nunca hubiesen visto la luz pues él las ideó, a pesar de que otros se quieran poner las medallas; y Alicia, una labor aún más visible, hasta hace muy poco responsable de medios y que gracias a su labor a tapado las carencias del propio MH o de candidatos a Senado y Congreso.

Es cierto que ambos puestos son de confianza por eso entiendo que la dirección prescinda de ellos. En los últimos años se desconfía siempre del que destaca por méritos propios. Lo que lamento es la falta de sensibilidad y la cobardía empleada por la dirección. En el caso de Sergio habría que destacar que fue llamado por el Ministerio de Educación hace unos días y rechazó para seguir con su labor al frente del Grupo Parlamentario Socialista; por su parte Alicia, fue conocedora de su cese en prensa, pues la propia dirección, filtró el contenido de una reunión que se iba a producir pasada varias horas tras la publicación de la noticia.

Aquí no valen paños calientes, aquí se ha ejercido la mezquindad y la falta de moral, pues la dirección con Manuel Hernández a la cabeza era conocedora de la situación. No vale que él culpe como así lo ha hecho en los forillos internos al resto de la Comisión Ejecutiva, debería ser valiente y dar la cara pues como expresé con anterioridad la dirección está copada por miembros de su propia familia.

Desde aquí mi solidaridad con ambos COMPAÑEROS de los que estoy seguro de que serán capaces de reírse muy pronto de lo ocurrido pues van a progresar en el plano laboral y personal, pues dentro de muy poco desempeñarán labores en las que, realmente, serán valorados como merecen, en los que se respetarán sus periodos vacacionales o en los que no encontrarán malos modales por parte de sus superiores.

Y es que cuando eres un inútil total no quieres verte rodeado de gente mejor que tú. Y es lo que le pasa a la dirección como órgano colegiado y, por supuesto, al actual Secretario General.

El paso siguiente a la lectura de esta carta será la victimización por parte de Manuel Hernández manifestando que no se respeta la democracia por parte del sector crítico (un sector que curiosamente cada vez crece más). A esto le responderé que yo sólo escribo por mí, por nadie más; la democracia lo es cuando no se ve prostituida, pues para alcanzar la Secretaría General hizo uso de la mentira, que lejos parece que queda aquello de SOCIALISTAS UNIDOS que predicaba en su eslogan y, sin embargo, cada vez tiene más enemigos dentro; que para llegar o mantener el cargo, desde su sector se hizo uso del insulto a compañeros por redes (dando la cara, o lo que es peor, de la manera más cobarde del mundo, desde el anonimato), más tarde se premió a los que insultan con carguitos; y por último ha hecho un Congreso Regional una verbena de la que yo no he participado pues no la considero legítima y, por ende, como tampoco considero legítimo su liderazgo.

Hace unos días el, todavía, SG se encaró con un compañero ya que éste le dijo “usted, no es socialista” (no es la primera vez que lo hace, ya lo hizo por la calle con otro ex secretario General al que intentó expulsar de manera cobarde y ruin, pues lo hizo mediante llamadas y negando la mayor cuando tiene a la persona afectada delante). Sirva este escrito para que yo también me sume a lo dicho por Josemi Romero y lo haga extensivo a la Comisión Ejecutiva Regional.

Nadie es imprescindible en esto, nadie. Por eso les solicito fervientemente que me expulsen. Sí, que me expulsen porque yo no me voy a dar de baja. Y no lo haré, aunque mis cuotas palien económicamente el hecho de que algunos parlamentarios no contribuyan económicamente con el partido, aunque con ellas se pague el disolvente para borrar la O de Obrero del rótulo de la puerta o que las mismas sirvan para pagar viajes matrimoniales al Comité Federal. Les pido la expulsión porque yo sí soy socialista, no como en un grado comparativo, se es o no se es y ustedes no lo son por motivos evidentes, por esa razón no les voy a dar el gusto de presentar mi baja como afiliado.

Saludos socialistas de uno que sí lo es.