La consejera de Fomento y Medio Ambiente, Kissy Chandiramani, ha defendido este jueves en el Pleno el compromiso “absoluto y rotundo” que el Ejecutivo de Vivas ha mantenido desde 2006 con la plantilla de las Brigadas Verdes y sus puestos de trabajo. En respuesta a una interpelación del PSOE, ha repetido que su entrada en alguna sociedad municipal no es viable y ha explicado que ahora “la pelota está en el tejado de los trabajadores para quedarse con la FPAV o dejar la gestión en manos de Tragsa”.

Este jueves por la tarde los 154 empleados están convocados en asamblea para debatir y decidir por qué opción se decantan.

En el caso de aceptar su traspaso a Tragsa, “una empresa pública de carácter estatal”, sus condiciones salariales y laborales quedarían en las mismas condiciones aproximadamente bajo el marco regulador del Convenio de Jardinería, que contempla posibilidades de subrogación muy amplias.

Ante las críticas de Hernández a los “escándalos” surgidos alrededor de cómo ha llevado la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos este programa, la consejera ha asegurado que los controles existentes superan los que exigen la normativa y que “nunca” se han apreciado irregularidades en sus justificaciones y auditorías.

“A nuestros oídos”, ha insistido el líder de la oposición, “ha llegado que se han expedido cheques masivos al portador por distintas cantidades y eso no parece propio de nadie que se precie de ser un buen gestor”. “Si su compromiso es rotundo con los trabajadores estamos en la misma onda porque el nuestro también lo es y vamos a estar siempre con ellos para que tengan la estabilidad que necesitan 154 padres y madres de familia”, ha subrayado.