Las tensiones que arrastraban el Ejecutivo de Vivas y la Delegación de Gobierno empiezan a aflorar pasados once días de la declaración del estado de alarma para tratar de frenar el avance de la pandemia. 

Este martes, en un escueto y frio comunicado de poco mas de tres líneas ha adelantado que mantendrá una  videoconferencia con la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, en las que “reiterará” la “necesidad” de que se haga cargo de los inmigrantes que no están acogidos en las instalaciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y que actualmente están alojados por la Ciudad en el pabellón polideportivo de La Libertad. 

El Gobierno ha insistido además en la posibilidad de usar el Centro de Inserción Social que está en el complejo de la cárcel de Loma Mendizábal, ”porque puede funcionar de manera autónoma para atender a unas 150 personas y porque tiene un acceso diferente al del resto del complejo penitenciario”, argumentaba el portavoz accidental, Carlos Rontomé..

Vivas ya recordó el pasado lunes en video comparecencia que el 75 por ciento del presupuesto que se le destina a Ceuta del Fondo Social Extraordinario de 300 millones para atender las derivadas sociales del coronavirus, deberá invertirse en Ceuta y Melilla en la atención a la inmigración irregular y no a prestaciones sociales. El presidente de la Ciudad aseguró que en próximos encuentros con el presidente del Gobierno de la Nación, Pedro Sánchez, seguirá insistiendo en que se tenga en cuenta esta situación, “Ceuta soporta una presión de inmigrantes marroquíes que no se corresponde con nuestras capacidades de respuesta”. 

Cuestión que Vivas hiló con los 7.2 millones de euros en transferencias pendientes, lo que supone percibir un 35 por ciento menos de presupuesto del Estado y el descuadre de unas cuentas “que no van a tener superávit”, lamentaba.