Sandra López Cantero

Tras los resultados electorales de Cataluña existe una unívoca conclusión, que no es más que reconocer que esta hermosa y querida tierra sigue dividida en dos. Es en estos momentos donde más fuerza coge el discurso del derecho a convivir, no a decidir.

¿ De verdad el problema va a desaparecer decidiendo? ¿ Vamos a provocar la continuidad de las dos Cataluñas por más tiempo?

Por otro lado, ¿nos han preparado realmente para el día después, para el hoy, tras las elecciones ?

Si seguimos votando en clave independencia sí o independencia no seguiremos fracturando aún más los sentimientos de muchas personas que no entienden el juego, como ya dijo Madina, del lenguaje.

Por eso, debemos de estar a la altura y sobre todo tenemos que dejar de engañar y manipular, también de obviar la realidad. La independencia no es posible y el 155 sí ha servido para saber que hay unas normas democráticas que no los podemos saltar.

Y la clave tampoco está en dejar pasar, como ha hecho el Partido Popular, ni jugar a la ambivalencia, como ha hecho el partido que me toca y me duele. La claridad y la definición han tenido su triunfo, Arrimadas lo sabe.

Porque si, yo no me voy a esconder en reconocer que ha sido un fracaso del PSC y del PSOE, obviarlo no nos va a ayudar.

No podemos seguir en esta línea de máscaras y disfraces o seguiremos en el camino de la pérdida de la orientación. Es un error muy grande de mi partido el no asumir la autocrítica. Para levantarse hay que reconocer la caída. Para estar hay que saber ser. Para ser hay que tener unos valores y unos principios propios. Para tener esos valores hay que asumir la transparencia y la identidad. ¿ Llegará?