¿La justicia es inmutable?

S.J. UVE


No, no voy a rememorar los tiempos de estudiante de Derecho cuando en el último examen de la carrera nos preguntó el profesor de filosofía: "la justicia, ¿mutable o inmutable?

Para entendernos, ¿lo que es justo aquí y ahora, fue lo justo hace dos mil años y será lo justo dentro de otros dos mil?

En aquel entonces no entendí bien la pregunta, ahora me encanta el tema.

Solemos juzgar todo lo que pasa a nuestro alrededor siempre en función de nuestros valores, de nuestros parámetros.

Llegados a este punto no hacemos sino pecar de un etnocentrismo egoísta y poco empático. Y ello es así porque juzgar lo que ocurre en otros lugares, con costumbres muy diferentes a las nuestras, es solo una muestra de nuestra incapacidad para pensar que no solo nuestras creencias "desarrolladas y occidentalizadas" son los adecuadas para entender este mundo.

Nos ocurre con el extranjero que llega o con el aborigen australiano.

Suelo pensar normalmente en términos de lo que es justo o injusto, y al hacerlo es posible, muy posible, que esté pecando de lo que ahora critico.

Al ver la "pobreza" tan de cerca, al ver niños "poco aseados", al ver madres "sufridas" con esos hijos en brazos (algunas veces uno detrás y otro delante), al ver a hombres curtidos al sol, con su piel arrugada por el sufrimiento, ganando lo que para nosotros no dejaría de ser una simple propina, al ver a buena gente que te sonríe desde la más absoluta de las bondades, cuando veo todo eso y pienso desde mi óptica (etnocéntrica), que el mundo no es justo, que hay un mundo para pobres y otro para acomodados, que sea el Dios que sea el que creó esto que llamamos universo (pido perdón a la ciencia por esta última afirmación), fue muy injusto al crearlo.

Cuando veo todo eso y pienso lo que pienso, otra parte de mí también (cuando es capaz de soltar lastre) piensa que quizás, solo quizás, ojo, esos niños "poco aseados" son muy felices jugando al pilla pilla entre ellos, son felices comiendo sopa y carne tres veces al día que les aportan todos los nutrientes, son felices jugando al fútbol con una pelota de mimbre; otra parte de mí también piensa que esas "madres sufridas" son felices con sus hijos cerca, son felices viendo jugar a sus hijos, felices viéndolos ir al colegio sin preocuparse por si los atropellará un coche o no, simplemente porque no pasan coches por sus colegios; otra parte de mí también piensa que esos hombres curtidos por el sol, son felices regresando del trabajo para comer sentados con sus mujeres e hijos alrededor de una mesa sin televisor, sin mirar a un móvil cada 5 minutos, sin preocuparse por la hipoteca porque simplemente ellos construyeron sus casas.

Sí, hay otros mundos, y no voy aquí a decir cuáles son mejores o peores porque no tengo criterios objetivos para hacerlo. Obviamente me costaría la vida vivir en este otro mundo que hoy observo, pero es que a lo mejor ninguno de los que observo cambiaría su mundo por el mío, no lo sé.

Solo sé que a veces, y desde mi óptica de un mundo occidentalizado, alejarte y conocer a gente que con "muy poco"...te da lo que tiene, gente que no pierde la sonrisa a pesar de todas las "dificultades", gente que es capaz de divertirse, pasarlo bien con una lata y un perro, gente que es solidaria entre ella y que comparte lo que tiene con naturalidad, gente que disfruta por el simple hecho de que quieras fotografiarte con ellos;

 cuando me alejo y observo todo eso (y no es la primera vez que me ocurre), a veces, solo a veces pienso que quizás el mundo no es justo, pero no por lo que yo crea o deje de creer, sino porque lo injusto es pensar que para ser feliz se necesita todo lo que me rodea en "mi mundo".

Disfruten, o al menos inténtenlo.