Cincuenta y cuatro minutos le duró el sueño de la Copa a la Asociación Deportiva Ceuta. Con el campo prácticamente lleno, el Alfonso Murube revivía un domingo de fútbol de los de toda la vida y enfrente un clásico también de los de toda la vida, la Real Sociedad, que llegó, tanteó medio tiempo y goleó en poco más de diez minutos:  Luca Sangalli en el minuto 54, un minuto después era Adnan Januzaj el que lograba el segundo tanto con un remate de cabeza; Sangalli repitió en el 61 y Ander Barrenetxea hacía el cuarto y último en el 65.

Cuatro mazazos que desarbolaron del todo a una AD Ceuta que había mantenido el tipo hasta entonces con más pundonor que acierto, bregándose en el centro del campo pero sin tan siquiera inquietar al meta rival. Tuvo incluso el equipo ceutí su oportunidad robada en un penalti reclamado y perdido el limbo de una Copa del Rey sin VAR. En el minuto 48, Cristo se plantaba sólo ante el portero Remiro, lo esquivaba con un sombrero y, un instante antes de remata, caía emparedado entre dos defensas. Solo unos minutos más tarde, Sangalli, Januzaj y Barrenetxea zanjaban la discusión.

Un partido sencillo para los jugadores de la Real Sociedad, al menos hasta el final del encuentro. Con el pitido del árbitro fueron los aficionados quienes tomaron el campo, desbordando con pasmosa facilidad a los servicios de seguridad. Chiquillos y no tan chiquillos rodearon a los jugadores, especialmente a los donostiarras, en una festiva batalla campal a la caza del 'selfie'. A los mas conocidos, caso de Oyarzábal, les costó más salir del campo que ganar el partido.