Es fácil criticar al que va delante nuestra en coche y se para un rato y no se mueve,  sin saber que hace eso porque hay una señora mayor que va a bajarse del coche y necesita más tiempo de lo normal.

Es fácil criticar al conocido que han metido en la cárcel porque lo han pillado traficando con droga, sin saber que lo ha hecho porque lleva dos años en el paro y está desesperado por llevar dinero a casa.

Es fácil criticar al niño de 15 años que entra en una joyería y se lleva un reloj, sin saber que desde pequeño se ha criado en un ambiente de delincuencia y marginalidad.

Es fácil criticar al vecino/a que le ha sido infiel al esposo/a sin tener ni idea de cuáles son las circunstancias por las que pasa su matrimonio.

Es fácil criticar sentado desde el sofá de tu casa al corrupto/a, sin haber estado nunca en una situación de poder que te permitiera hacer lo mismo.

Es fácil criticar al dueño del perro que no recoge los excrementos de su perro, sin saber que el perro tiene diarreas y que no hay bolsa que recoja eso.

Es fácil criticar al médico que en su consulta te da una mala respuesta, sin saber que lleva un día muy malo y que ya eres el paciente número 30 que ve.

Es fácil criticar al alumno de 14 años rebelde y que no estudia, sin saber que está pasando por una crisis existencial de maduración.

Es fácil criticar al compañero de trabajo que no te contesta al telefóno cuando lo llamas, sin saber que no puede hacerlo porque está atendiendo en ventanilla a una persona.

Es fácil criticar a la cajera del súper que va lentísima y parece que está empaná, sin saber que le acaba de decir su jefe que no le renueva el contrato.

Es fácil criticar al inmigrante que salta una valla, sin saber el infierno por el que ha pasado hasta llegar a esa maldita valla.

Sí, muchas cosas son fáciles, desde la perspectiva del otro. Juzgamos a las personas, prácticamente sin saber nada de las circunstancias. Sí, las dichosas circunstancias, esas que hacen que una persona pueda actuar de manera tan diferente en función de ellas.

No hace mucho escuché: "sé amable porque cada persona está librando su propia batalla".

Miremos hacia dentro y no tanto hacia fuera; seguro que conseguimos un mundo mejor.